En medio de las tensiones por Esequibo, un territorio densamente boscoso y disputado por Guyana y Venezuela, el próximo domingo 3 de diciembre los ciudadanos venezolanos están convocados a votar en un referéndum sobre la disputa. Sin embargo, en vísperas del acontecimiento, la Corte Internacional de Justicia falló a favor de Guyana y ordenó a Venezuela “abstenerse de tomar medidas que agraven el diferendo sobre el Esequibo”.
“Por unanimidad, en espera de una decisión final en el caso, la República Bolivariana de Venezuela se abstendrá de tomar cualquier acción que modifique la situación que actualmente prevalece en el territorio, por el cual la cooperativa La República de Guyana administra y ejerce control sobre esa zona. Ambas partes se abstendrán de realizar cualquier acción que pueda agravar o prolongar el litigio ante el Tribunal o dificultar su resolución”, dictaminó la jueza Joan E. Donoghue, presidenta de la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
Cabe destacar que ambos países reclaman como propia esta área que, en comparación de tamaño, equivale a dos tercios del territorio nacional de Guyana y tiene aproximadamente el tamaño de Florida. Por su parte, Venezuela sostiene que estuvo dentro de sus fronteras durante el periodo colonial español y rechaza la decisión de 1899 de arbitrajes internacionales que fijaron los límites actuales cuando Guyana aún era colonia británica. Actualmente, Guyana se mantiene firme con su postura de posesión del territorio y, frente a las medidas tomadas por Venezuela, solicitó a la CIJ detener el referéndum porque “representa una amenaza en la disputa bilateral”.
A las tensiones por la zona en cuestión se añade un factor clave en esta lógica: el descubrimiento de vastos yacimientos petrolíferos en alta mar en la región, aumentando lo que está en juego en la disputa.