La disputa territorial entre Venezuela y Guyana escaló durante los últimos meses, particularmente debido al próximo referéndum venezonalo para anexar Esequibo. A medida que Estados Unidos despliega su presencia en la región, la decisión pendiente de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y la búsqueda de estabilidad regional y recursos petroleros se perfilan como factores críticos en el conflicto.
Este territorio, rico en petróleo y minerales, fue el epicentro de tensiones históricas y provocaciones recientes. Venezuela mantuvo durante un extenso período su reclamo sobre la región de Esequiba como parte de su territorio, no obstante en 1897 accedió a un arbitraje internacional para abordar la controversia con la entonces Guayana Británica.
El Laudo Arbitral de París de 1899 adjudicó la región en disputa a los británicos, otorgándo el control del río Orinoco a Venezuela. Aunque el país no estuvo de acuerdo con el arbitraje, los reclamos sobre Guyana Esequiba disminuyeron considerablemente hasta 1962, cuando se declaró que no reconocería oficialmente la decisión del Arbitraje de París.
A partir de ese momento, la tensión entre Venezuela y la recién independizada Guyana aumentó en los años subsiguientes. En 1966, Venezuela llevó a cabo la invasión y anexión de la isla Ankoko, estableciendo bases militares. Y posteriormente en 1969, Guyana acusó al Gobierno venezolano de respaldar un levantamiento indígena en el distrito de Rupununi.