El Gobierno de Biden ha dado un giro en su política migratoria al admitir que es necesario reanudar la construcción del muro fronterizo con México, a pesar de sus promesas electorales de que no se construiría “ni un metro más”. Esta decisión se toma en medio de la creciente crisis migratoria en la frontera sur de Estados Unidos.

El Secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, anunció discretamente que se construirán 32 kilómetros de muro en el Valle del Río Grande, en el sureste de Texas. Según Mayorkas, esta medida responde a una “necesidad acuciante e inmediata de construir barreras físicas” para frenar la entrada ilegal de personas al país.

Esta decisión marca un cambio significativo en la postura de Biden, quien durante su campaña electoral en 2020 prometió que no se construiría más muro durante su administración. Incluso después de asumir el cargo en 2021, calificó la construcción del muro como un “despilfarro de dinero” y afirmó que no era efectivo en la detención de la inmigración ilegal.

El anuncio de la reanudación de la construcción del muro se hizo bajo circunstancias excepcionales, ya que implicó renunciar a 26 leyes federales, incluyendo la Ley de Agua Potable Segura y la Ley de Aire Limpio, para acelerar el proceso.

Mayorkas señaló que el Valle del Río Grande es una zona de alta entrada ilegal, con más de 245,000 intentos de cruces ilegales registrados en el año fiscal 2023. Este aumento en la migración ha llevado a gobernadores y líderes locales a expresar su preocupación por la capacidad de las ciudades para manejar esta crisis, culpando al Gobierno de Biden por no tomar medidas efectivas a nivel federal.

La decisión de retomar la construcción del muro ha generado reacciones mixtas en el ámbito político. Mientras algunos líderes demócratas presionaban a Biden para tomar medidas más estrictas en materia migratoria, algunos republicanos consideran que esta acción llega tarde y no será suficiente para frenar la afluencia de inmigrantes ilegales.

El jueves, Biden argumentó que no tenía control sobre la construcción del muro debido a la asignación de fondos por el Congreso en 2019. A pesar de su cambio de postura, el presidente se mostró limitado en su capacidad para detener la construcción.

Esta medida se llevará a cabo en seis tramos propuestos entre Salineño y Rio Grande City, en el condado de Starr, Texas, y se suma a más de 2.2 millones de detenciones registradas por Aduanas y Protección Fronteriza en el año fiscal 2023.

La decisión de retomar la construcción del muro fronterizo refleja la creciente presión sobre el Gobierno de Biden para abordar la crisis migratoria en la frontera sur de Estados Unidos. La situación sigue siendo un tema político candente que genera opiniones encontradas en la sociedad estadounidense.

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Redacción
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