El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó en una rueda de prensa el pasado 30 de enero que Estados Unidos no enviará aviones de combate F-16 a Ucrania, a pesar de que su homólogo francés dijo que Francia no descarta enviarlos si se cumplen ciertas condiciones. Estos aviones son los últimos armamentos solicitados por los líderes de Ucrania, quienes recibieron promesas la semana pasada de que tanto Alemania como Estados Unidos y otros aliados occidentales enviarían tanques pesados.
Asimismo, el 30 de enero el presidente francés, Emmanuel Macron, fue consultado durante una conferencia de prensa conjunta en La Haya con el primer ministro holandés Mark Rutte, si Francia estaba considerando enviar aviones de combate. Macron dijo que “nada está excluido”, pero que primero se deben cumplir ciertas condiciones, incluyendo descartar el uso de los aviones de combate “para tocar suelo ruso” y asegurarse de que proporcionarlos no debilite a las fuerzas militares francesas.
En este sentido, el mandatario francés también mencionó que Ucrania tendría que solicitar formalmente dichos aviones. Por su parte, el primer ministro holandés afirmó que el Gobierno ucraniano no solicitó formalmente aviones de combate F-16 a los Países Bajos y que actualmente “no se habla de entregar F-16 a Ucrania ya que no hay solicitudes”.
Al respecto, el ministro de Relaciones Exteriores de los Países Bajos, Wopke Hoekstra, había mencionado anteriormente a los legisladores que no existen “tabúes” sobre el envío de aviones de guerra. Rutte respaldó las palabras de Hoekstra, pero mencionó que sería “un gran paso adelante”.