El cohete más poderoso de SpaceX, conocido como Starship, tenía planeado su lanzamiento en Boca Chica, Texas, a las 13:00 UTC de este mismo día. Sin embargo, debido a imperfectos en la válvula, el CEO Elon Musk ha decidido suspender el despegue y posponerlo por unos días hasta asegurar los imperfectos. El Starship de $3 mil millones es un vehículo que podría cambiar las reglas del juego para los viajes espaciales de larga distancia y cuyo despegue podrá ser atestiguado por el público a través de una transmisión en vivo desde el sitio web de SpaceX en cuanto hayan nuevas noticias.

En lo que será un lanzamiento orbital inaugural muy esperado, la misión sin tripulación hará que Starship de SpaceX complete casi un circuito de globo, mientras que el propulsor que lo pone en órbita aterriza de manera segura en la Tierra. A pesar de lo que este gran evento supone y la emoción que despierta, el director ejecutivo, Elon Musk, advirtió que se deben establecer bajas expectativas para la primera prueba de vuelo del cohete, ya que el mes pasado había un 50% de posibilidades de que su nave espacial explotara durante el lanzamiento.

Fuente: SpaceX

Durante un evento en vivo de Twitter Spaces que tuvo lugar el domingo, Musk señaló: “Si nos alejamos lo suficiente de la plataforma de lanzamiento antes de que algo salga mal, creo que lo consideraría un éxito. Simplemente no explote la plataforma.”

El plan de vuelo para el cohete, el cual combina una nave espacial sobre el propulsor de cohetes Super Heavy, es alcanzar unas 150 millas sobre la Tierra. El propulsor está listo para aterrizar frente al Golfo de México, mientras que el crucero aterrizará en el Océano Pacífico a unas 60 millas (pdf) de la costa de Kaua’i, Hawái. Se espera que el vuelo dure unos 90 minutos en total.

La anatomía de la nave espacial

El Starship está lejos de ser únicamente el cohete más grande y poderoso que se ha creado. El vehículo de Musk tiene un empuje de 16 millones de libras (70 meganewtons), que es casi el doble que el otro cohete de nueva generación creado por la NASA y conocido como Space Launch System (SLS).

Tiene 394 pies (120 m) de altura con sus dos componentes apilados. Mientras que la nave en sí mide 164 pies (49 m), el propulsor ronda los 230 pies (70 m). Si bien no supone sorpresa alguna, el cohete Super Heavy de SpaceX y la nave espacial Starship que lo acompaña son pesados. Su peso es de 11 millones de libras (5 millones de kg) cuando está lleno de combustible.

Asimismo, su empuje máximo es de 16,7 millones de libras, superando el récord actual de 10 millones de empuje en libras producido por el cohete N1 de la Unión Soviética, lanzado por primera vez en 1969. Tiene un total de 33 motores Raptor que impulsan Super Heavy y, según SpaceX, puede llevar a cien personas a Marte.

La nave espacial está hecha de acero inoxidable, una primera opción poco probable para construir un cohete dado su peso. Sin embargo, Elon Musk ha optado por dicho material dado que es barato, abundante y más tolerante al calor que los aceros al carbono. El cohete también funciona con metano, otra elección poco ortodoxa para una nave espacial. La ventaja del metano es que es relativamente barato y también se puede encontrar en la atmósfera marciana, un factor que puede ser importante para Musk, quien tiene la ambición de colonizar Marte algún día.

Cómo funciona

Si bien se pretende que Starship sea el primer cohete totalmente reutilizable de SpaceX, lo cual es parte de la razón por la cual los costos de vuelo del vehículo de Musk podrían terminar siendo 200 veces más baratos por lanzamiento que la mayoría de los otros cohetes, en la primera prueba no se pretende recuperar ninguna de las partes.

Cuando esté listo para aterrizar en la Tierra, Starship inicialmente volverá a entrar en la atmósfera en un ángulo de 60 grados, antes de caer al suelo en posición horizontal. Este tipo de retorno utiliza la atmósfera de nuestro planeta para frenar el descenso del vehículo pero lo vuelve inestable.

Por este motivo, Starship usará cuatro flaps de aterrizaje de acero, colocados cerca de la parte delantera y trasera del vehículo, con el fin de controlar su descenso. Cuando la nave se acerca al suelo, vuelve a colocarse en posición vertical y luego usa sus motores Raptor como retro-cohetes para guiarlo hacia abajo para un aterrizaje seguro.

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Redacción
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