¡Buenos días! ¿Cómo estás? Espero que te encuentres muy bien y hayas tenido un buen comienzo de año. 

Levantamos oficialmente el telón de este gran proyecto de Escenario Mundial para el 2023, que consta en un newsletter mensual que se titula “12 Escenarios”. Para ello, el contenido de esta modesta columna de hoy contará con el generoso aporte de la Coordinadora de la Comisión de trabajo de América Latina e Integración Regional de la Red Argentina de Profesionales para la Política Exterior (REDAPPE), Cecilia Civallero. Comencemos.

Radiografía electoral en nuestra región latinoamericana 

Nuestro primer tema se sitúa en América Latina y el Caribe, geografía sobre la cual elegí destacar los procesos electorales que están programados para tener lugar. Al respecto mapa electoral latinoamericano comienza otro año cargado de intensidad. ¿Promisorio o no promisorio? Por supuesto, eso depende desde el lente que se utilice para hacer la proyección de los eventuales resultados. 

Lo que si es cierto es que, al ciclo electoral que estamos a punto de echarle la lupa lo rodea un manto complejo en la región, compuesto por un complicado proceso de paz en Colombia y tensiones político institucionales en Bolivia, Brasil y Perú y condicionamientos o presiones externas (geopolítica EE. UU – Chinaguerra en Ucrania y actores emergentes en el plano internacional). Aunque ello no escapa, entre otras cosas, al flamante regreso de Luis Inácio Lula da Silva a la presidencia (Brasil) para dar el puntapié inicial de este año.

A ello se le añaden la enumeración de riesgos políticos, que tiene un buen desarrollo en el informe “Riesgo Político América Latina 2023”, elaborado por el Centro de Estudios Internacionales de la Pontificia Universidad Católica de Chile. Entre ellos se destacan el crimen organizado, el retroceso democrático, los nuevos estallidos de malestar social y la inseguridad alimentaria. 

Entre estos interrogantes conceptuales subyacen varios interrogantes. Entre ellos, tres que merecen especial atención para este año. (1) El vilo por la búsqueda de una solución a la crisis política e institucional en Perú, la configuración del escenario venezolano en el plano local, regional y global y, por ultimo pero no menor, el reposicionamiento de Brasil en tanto interlocutor regional, que ya busca ser anfitrión de la COP en 2025 y agrega a eso los BRICS y las cumbres del G20 en 2024.

Ahora bien, podemos comenzar este apartado interrogándonos por si será o no una continuidad del 2022, año en el que progresismo obtuvo sendas victoriosas y auguró vientos de una revigorizada izquierda. Ejemplos de ello han sido Gabriel Boric (Chile), Luis Arce (Bolivia), Lula da Silva (Brasil) y Gustavo Petro (Colombia). Año que comienza con un hecho histórico, en el cual cinco de sus principales economías (Brasil, México, Chile, Argentina y Colombia) son gobernadas por fuerzas de izquierda. 

Aunque, no está de más aclarar que esta marea rosa, que dista mucho de la de comienzos de siglo, haya estado condicionada por un “voto castigo”. Ello se refleja en el hecho de que en las 14 últimas elecciones (desde 2019 a 2022) perdieron los oficialismos. A ello se le añade dos fenómenos. Uno que versa en la menor reelección y, consecuentemente, mayor alternancia y la segunda estriba en una mayor recurrencia a las segundas vueltas electorales, en los casos de los países que lo tienen contemplado.

En cuanto a las elecciones presidenciales, este año será el turno de que ParaguayArgentinaGuatemala y Cuba elijan un nuevo primer mandatario/a, escenario que tiñe cualquier coyuntura. Además, los tres países mencionados renovaran sus parlamentos y las gobernaciones subnacionales. Aunque, no necesariamente requiere que la elección presidencial condicione el panorama político. En relación con lo mencionado, durante este año 2023 otro puñado de países tendrá a su ciudadanía en las urnas. Estos países son MéxicoEcuadorChile y Colombia. Ahora sí, vamos por partes. 

Cuba

Tiene previsto el 26 de marzo del 2023 celebrar elecciones para renovar el parlamento y, por medio del mismo, elegir a su presidente. Sin entrar en juzgamientos sobre el funcionamiento político partidario del país, lo cierto es que la ciudadanía cubana acudirá a elegir a los 605 miembros de la Asamblea Nacional del Poder Popular, todos pertenecientes al Partido Comunista de Cuba, el único movimiento político avalado en la isla.

Paraguay

La primera elección presidencial de la temporada electoral será el 30 de abril, momento en el que la ciudadanía paraguaya tendrá que concurrir a las urnas para elegir a su presidente, vicepresidente, 45 senadores, 80 diputados, 17 gobernadores y 17 consejos departamentales. 

El tablero pone a Efraín Alegre, en su tercer desafío presidencial, que intentará conquistar una posición tradicionalmente ocupada por un miembro del moderado Partido Colorado, una fuerza que ubica al joven economista Santiago Peña.

El o la candidata que se haga con la victoria presidencial, tendrá gestión hasta el 2028. Recordando que en Paraguay el sistema electoral no permite reelección.

Guatemala

La nación centroamericana tiene previsto el 25 de junio llamar a su ciudadanía a votar por un nuevo binomio presidencial de la República para suceder a Alejandro Gianmmattei, junto con 160 diputados del Congreso, 340 alcaldes municipales y 20 imputados para el parlamento Centroamericano.

Hasta el momento, la lista de posibles candidatos la integran: Ricardo Sagastume (exministro de Hacienda y miembro del partido Todos); Roberto ArzúRudio Lecsan (Diputado del partido Humanista); Isaac Farchi (Diputado del partido Azul); y Edmon Mulet del partido Cabal. Asimismo, tres mujeres se presentan como las principales opciones. La hija del fallecido dictador Efraín Ríos Montt, Zury Ríos Sosa, la líder indígena Thelma Cabrera Pérez y la exprimera dama Sandra Torres Casanova.

¿Una particularidad? A Ríos Sosa no se le ha permitido participar en elecciones anteriores al ser hija del fallecido dictador Efraín Ríos Montt y expresidente de facto de Guatemala entre 1982 y 1983, como lo establece el artículo 186 de la Constitución

En caso de que ningún candidato a la presidencia logre la mayoría absoluta de los votos, la fecha de la segunda vuelta será el 27 de agosto.

Argentina:

 Sin dudas, las elecciones presidenciales en la República Argentina se perfilan como las más esperadas del 2023. La ciudadanía argentina tendrá que concurrir a las urnas el próximo 13 de agosto para llevar a cabo las elecciones votar en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) para elegir a los candidatos de cada partido para los cargos públicos. Luego, el 22 de octubre será la ocasión de las Elecciones Generales de senadores, diputados, presidente y vicepresidente. Y, en caso de ser necesario, la segunda vuelta electoral para elegir al próximo Jefe de Estado tendrá lugar el 19 de noviembre.

El panorama político arroja un gobierno debilitado, con un entorno afectado negativamente por el enfrentamiento con la Corte Suprema y por la judicialización de la figura de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner. Por su parte, en la oposición tampoco hay un candidato definido para la contienda presidencial y la figura que se presenta como tercero en discordia por la carrera es el liberal Javier Milei.

Al respecto, del intercambio con Cecilia Civallero, ella está de acuerdo con su tenor destacado en la región, por la importancia política, económica (posee el 3er puesto de economía regional, luego de Brasil y México) y geoestratégica del país. Asimismo, al tener que expresarse sobre la tendencia a la fragmentación y polarización de la región, dijo “creo que en Argentina la elección del candidato está marcada por los éxitos o fracasos de un programa económico siempre puesto en cuestionamiento por el arco político en general, pero también por los resultados que este posee en la vida cotidiana de las personas.”

Las elecciones presidencias no serán las únicas que estarán en la discusión pública, ya que la región tendrá a las ciudadanías de México, Colombia, Ecuador y Chile con cita ante las urnas.

En los casos mexicano, colombiano y ecuatoriano las elecciones serán de índole subnacional. Por empezar, el próximo 5 de febrero la ciudadanía ecuatoriana tendrá que concurrir a las urnas para elegir Prefectos, viceprefectos, alcaldes, concejales, vocales e integrantes del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS). Como si fuera poco, dicha ocasión tendrá adicionalmente una consulta popular, iniciativa impulsada por el Presidente Lasso entre lo estipulado para reformar la Constitución Nacional. Serán un total de ocho preguntas, algunas con mayor sensibilidad que otras,  que la población ecuatoriana tendrá que responder.

En la nación presidida por Andrés Manuel López Obrador, cuya cita será el 4 de junio, se elegirá el gobernador del Estado de México y el Gobernador de Coahuila y sus correspondientes Diputaciones estatales. No será menor la elección en estados Estados, ya que son considerados bastiones del PRI y un resultado con alternancia política podría ser clave para los resultados de los próximos comicios presidenciales en 2024.

¿Una particularidad? Las dirigencias estatales de PRI, PAN y PRD iniciaron formalmente los diálogos para concretar lo que llamaron una “alianza invencible” rumbo a la elección de 2023 en Coahuila. Su objetivo es establecer un gobierno de coalición, algo que nunca ha ocurrido en la entidad.

Por su parte, el 29 de octubre, en Colombia serán 32 gobernaciones y sus correspondientes asambleas departamentales, a las que se añaden 1102 alcaldes y consejos municipales. El escenario es inédito, ya que se produce por primera vez en la historia con un presidente progresista. Por lo cual, será determinante el resultado para Gustavo Petro y para el Pacto Histórico afianzar su proyecto político tanto a nivel nacional como regional.

Por último, Chile (restituyó el voto obligatorio este año) se inserta en el calendario electoral latinoamericano a partir de la decisión de conformar un nuevo Consejo Constitucional, que tendrá una elección directa de 50 personas el próximo 7 de mayo. Este escenario se produce luego del rechazo del texto elaborado por la Convención Constituyente en el 2022. De esta manera, este órgano será órgano constituyente de la República de Chile, encargado de trabajar sobre un texto que emanará de un grupo de 24 expertos elegidos por el Congreso para redactar una nueva Constitución de Chile.

De esta manera, en noviembre de 2023, los 50 expertos identificados gracias a un delicado acuerdo político deberán elaborar el texto para ser sometido a referéndum que tendrá lugar, con mucha certeza, en el 2024.

Aquí otro punto interesante a tomar del aporte de Cecilia, ya que nos comenta que la nueva agenda que estableció Chile para reflotar y resolver el asunto de la nueva Constitución es un evento interesante que debe observarse en la región. Dijo: “Boric, un presidente de izquierda de tan solo 36 años, asumió con diversos objetivos. En este plan, la conquista de una nueva Constitución es la conquista de una nueva era para Chile, en donde las bases fundantes no sean producto del pinochetismo.”

Para ir cerrando, hay que decir que, pase lo que pase en los resultados electorales de este año, existen sobrados argumentos para afirmar que la democracia en América Latina y el Caribe se encuentra en un franco proceso de erosión desde hace poco más de una década. Además, en región existen dos grandes encuestas que le toman el pulso a la opinión de los ciudadanos: el Barómetro de las Américas (BA) y el Latinobarómetro (LB). 

Ambas coinciden en que el apoyo a la democracia está descendiendo en los últimos años. Esto refleja que del 69 % en 2008 pasó al 62 % en 2021 según BA y en LB el resultado refleja que desde 63 % en 2010 pasó al 49 % en 2020. Ahora bien, el mayor escepticismo se traslada a la satisfacción con la democracia, que se ubica en el 43 % en 2021 frente a un 59 % en 2010 (BA). Asimismo, el 73 % de los encuestados en 2020 afirmaban que «se gobierna para grupos poderosos en su propio beneficio» (LB).

Es por ello que, y ya cerrando el escrito de hoy, la región debe poner en primer orden la legitimidad de origen que garantizan los procesos electorales. A ello se le suma la reversión de la desconfianza en las elites y las instituciones, para la cual urge restablecer canales de diálogo intersectorial y el apoyo en la participación ciudadana. Para ello y eso es parte de la consideración de quien escribe, las instancias multilaterales son un factor determinante. Al respecto, la percepción de Cecilia es que “las instancias multilaterales son un poco lo que los países hacen de ellas, tienen chances y posibilidades de acuerdo a esto.” Estoy muy de acuerdo y su ejemplo es la CELAC como ejemplo para coherentemente unir a la región.

Cierro con esto. Sergio Bitar y Daniel Zovatto (2021) afirman lo siguiente:

“La gobernabilidad democrática es la condición esencial para la superación de la crisis y la realización de las reformas necesarias en América Latina. Los acuerdos amplios y mayoritarios son indispensables para evitar la polarización política y la consiguiente paralización de la acción pública. La hiperpolarización tóxica conlleva el riesgo de caer en un autoritarismo o populismo, ya sea por una demanda de orden a toda costa o la creencia de que existen soluciones fáciles a temas complejos. Por eso se necesita ensayar nuevos mecanismos, diálogos y participación permanente a todo nivel, que garanticen la inclusión de una ciudadanía empoderada” (p. 5).

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