El pasado miércoles durante una rueda de prensa, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, confirmó que planea reunirse con el mandatario chino Xi Jinping durante el desarrollo de la Cumbre del G20 que se desarrollará la próxima semana y tendrá su sede en Bali, Indonesia. Del mismo modo, añadió que ambos tienen como objetivo primordial abordar, en los respectivos encuentros, el tema de las preocupaciones sobre la seguridad nacional. 

El presidente de Indonesia confirmó que su homólogo ucraniano, Volodimir Zelensky, fue formalmente invitado a participar de esta edición de la Cumbre del G20.

Desde la Casa Blanca, Biden también declaró: “lo que quiero hacer con él cuando hablemos es exponer cuáles son nuestras líneas rojas, entender lo que él cree que es en los intereses nacionales críticos de China, lo que sé que son los intereses críticos de los Estados Unidos y para determinar si están o no en conflicto entre sí”, y si bien este encuentro se ve con ojos positivos, el mandatario norteamericano continuó agregando que “no estoy dispuesto a hacer ninguna concesión fundamental”.

El encuentro entre los líderes de los países miembros del G20 tendrá su curso durante los días 15 y 16 de noviembre próximos. Finalmente se confirmó que esta edición no contará con la presencia del presidente ruso Vladimir Putin, quien según informes de la organización, enviará al ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, para representar y encabezar la delegación de ese país. Luego de que varios países manifestaran su oposición a la participación del mandatario ruso.

De este modo, las reuniones entre los mandatarios de Estados Unidos y China aun no tiene confirmada una y hora exacta, pero lo que sí se sabe, es que serán las primeras que se mantendrán de manera presencial desde que Joe Biden fue elegido presidente hace dos años. Las mismas se producirían también poco tiempo después de que Xi Jinping se asegurara un tercer mandato de cinco años como líder del gobernante Partido Comunista de China, rompiendo con las normas tradicionales de liderazgo del país e instalando, a su vez, a sus políticos más leales en los principales puestos. 

Durante la entrevista que brindó la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao, el pasado jueves a diversos periodistas en Beijing, afirmó que China “da importancia a la propuesta de Estados Unidos de celebrar una reunión entre los dos jefes de Estado en Bali”.

De igual manera, insistió en que el país está dispuesto “a trabajar con la parte estadounidense para lograr el respeto mutuo, la coexistencia pacífica, la cooperación en la que todos ganan, mientras que al mismo tiempo defendemos resueltamente nuestra propia soberanía, seguridad e intereses de desarrollo”, agregando que Taiwán sigue siendo “el núcleo de los intereses fundamentales de China”.

El tema Taiwán también estará presente en la agenda de ambos países durante el G20. Durante las últimas tres declaraciones, Joe Biden, ha sugerido que estaría dispuesto a desplegar fuerzas estadounidenses para defender a Taiwán de una invasión, y sumado a la vista de la parlamentaria Nancy Pelosi a dicho país que ocasionó un malestar en el gigante asiatico, el tema se ha vuelto sensible y crítico en la agenda exterior de ambos países.

Tanto así, que días después de la visita por parte de la comisión demócrata a Taiwan, Beijing reaccionó ejecutando varios días de juegos de guerra planificados previamente y suspendiendo ocho canales de Cooperación entre Estados Unidos y China en asuntos militares, climáticos y otros.

Pero sin embargo, el mandatario norteamericano recientemente confirmó que “la doctrina de Taiwán no ha cambiado en absoluto desde el principio” y continuó agregando: “Entonces, estoy seguro de que discutiremos Taiwán. Y estoy seguro de que discutiremos una serie de otros temas, incluido el comercio justo y las relaciones relacionadas con su relación con otros países de la región”. Y que por lo tanto Estados Unidos, bajo la política de “una sola China”, continuará manteniendo solamente vínculos no oficiales con Taiwán, y del mismo modo, no reconocerá su condición de estado pero sí apoyará sus capacidades de autodefensa.

Fuente: Newsweek.

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Redacción
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