Por Juan Peinado, miembro de Politólogos al Whisky
El día 21 de julio se inauguró una nueva cumbre del Mercosur, la cual no se realizaba de manera presencial desde el año 2019. Esta oportunidad el país anfitrión fue Paraguay, y el encuentro tuvo lugar en la sede de Conmebol. Siete de cada diez personas en América Latina son ciudadanos del Mercosur. Argentina, Paraguay, Uruguay y Brasil son los estados fundadores; y hoy en día Mercosur tiene un peso económico muy grande a nivel global.
Jair Bolsonaro (Brasil) no asistió a la cumbre. Recordamos que es el país que funciona como motor económico financiero más poderoso de la región. Mandó una grabación en formato de video, que claramente no es lo mismo que participar presencialmente de la Cumbre. Mario Abdo Benítez (Paraguay) Luis Lacalle Pou (Uruguay) Alberto Fernández fueron los presidentes que dieron el presente; y también participaron los cancilleres.
Otro punto de inflexión a considerar en la Cumbre fue la postulación del presidente de Uruguay, dónde manifiesta su intención de concretar un tratado de libre comercio con China. “Uruguay terminó hace pocos días el estudio bilateral de factibilidad para iniciar las negociaciones del tratado de libre comercio con la República Popular de China” dijo Lacalle Pou. La intención de Uruguay es avanzar en este acuerdo, principalmente como bloque regional, es decir, desde el Mercosur; pero si no se logra avanzar por estos medios, continuaría las negociaciones de manera bilateral.
Bolsonaro se va, Vuelve Lula, y a la derecha Uruguaya se le van a bajar los humos y el Mercosur volverá a brillar, ya que las dictaduras fascistas están cayendo en América.
Lacalle Pou es uno de los últimos exponentes de la derecha en Sudamérica. Es, seguramente, el apañador del prófugo de la justicia argentina “Pepín” Rodríguez Simón, quien no quiere comparecer ante la justicia de Argentina para explicar ciertas cosas del gobierno al que sirvió. Le hace la jugada a EEUU, quien nunca verá con buenos ojos la integración regional de países de lo que ve como su “patio trasero”. Al cortarse solo, no ayuda al fortalecimiento del Mercosur.