Tras la formalización del Brexit, la pandemia del COVID 19 que sacudió y aun sigue sacudiendo al mundo, el escandaloso “partygate” durante el confinamiento, y la guerra en Ucrania, los británicos acudirán nuevamente a las urnas este Jueves 5 de Mayo para elegir a sus autoridades locales. ¿Funcionarán estas elecciones como un parámetro para medir las relaciones de fuerza de cara a las generales del 2024?, ¿Serán un llamado de atención para el premier británico y su gabinete?.

Habrá elecciones en Escocia, Gales, Inglaterra e Irlanda del Norte. Mientras que en los tres primeros se escogerá a los consejeros, es decir a quienes están encargados del manejo rutinario de los servicios en las áreas locales, en Irlanda del Norte el pueblo elegirá a los miembros de la asamblea regional, y es allí donde surgen los mayores interrogantes. 

Irlanda del Norte elige gobierno 

En Irlanda del Norte se elegirán a los miembros que formarán parte del gobierno regional. El debate político fundamental en dicho territorio se articula entorno al unionismo-separatismo, es decir formar o no parte del Reino Unido. Los principales partidos políticos en disputarse la mayoría en el parlamento local son el Partido Democrático Unionista, quien ha sido mayoría desde el año 2003, y los nacionalistas, Sinn Féin.

Es importante destacar que diversas encuestas posicionan a Sinn Féin por encima de su rival más cercano, y en caso de llegar a conformar gobierno, poco los limitaría para llamar a un referéndum por la independencia. El viernes pasado una encuesta de LucidTalk para el Belfast Telegraph mostraba que Sinn Féin estaba por encima del partido unionista por nada menos que seis puntos.

El Acuerdo de Belfast de 1998, negociado durante el mandato laborista de Tony Blair, supuso que Irlanda del Norte pertenecería al Reino Unido a menos que su población indicara lo contrario. Con Sinn Féin al mando del gobierno, solo es cuestión de tiempo para que un referéndum por la independencia tenga lugar. 

Escocia, Gales e Inglaterra eligen consejos locales

En Inglaterra se renovarán 4000 mandatos a consejeros en 146 consejos locales. En Gales por su parte se disputan todas las bancas en 22 consejos locales, mientras que en Escocia se seleccionaron 32 autoridades locales.

Las elecciones servirán como termómetro para medir la performance del Partido Laborista y de su nuevo líder Keir Starmer, quien a diferencia de su antecesor Jeremy Corbyn mantiene un discurso volcado hacia el centro y con una retórica más pragmática antes que ideológica.

A su vez el renovado Partido Laborista intentará mantener los comicios obtenidos en la última elección y capitalizar el descontento de la población con el mandato del Partido Conservador a raíz no solo del escándalo por las fiestas en Downing Street sino que fundamentalmente por el aumento en el costo de vida.

La estrategia del partido dirigido por Keir Starmer, se focaliza en consagrar su dominio en Gales, arrebatarle escaños al Partido Conservador en Inglaterra, y al SNP(Partido Nacional Escoces) en Escocia. 

Por su parte, el Partido Conservador, se encuentra fuertemente debilitado producto del “partygate”, el aumento de la inflación, las fisuras internas y la ruptura de la disciplina partidaria al intentar un ala del partido apoyar la moción de censura del actual primer ministro. Su plan se centra en intentar capitalizar el alza en la imagen de Boris Johnson en concordancia con su firme postura en las sanciones económicas a Rusia y su apoyo a Ucrania, cristalizado en la visita del premier a la ciudad de Kiev en los últimos días. 

Escocia, con bandera independentista

En Escocia, el partido que hace tiempo ostenta la mayoría en la Asamblea y en los comicios locales es el Partido Nacional Escocés(SNP). Se ubica hacia la centroizquierda en el espectro político y desde que llegó al poder su aspiración es una sola, la independencia del territorio.

En el año 2014, un referéndum por la independencia tuvo lugar, pero el resultado fue negativo.

La aversión escocesa al Brexit reavivó los deseos de independencia, y un eventual fortalecimiento a partir de las elecciones que se disputarán este jueves podría impulsar un nuevo referéndum. 

¿Qué puede esperarse?

Falta poco para la apertura de los comicios y tanto las encuestas como la actual coyuntura no se presenta para nada alentadora para el Partido Conservador.

Tanto la difícil situación económica, como el escándalo por las fiestas en Downing Street durante el 2020 y los movimientos nacionalistas con deseos de independencia que se hacen oír, parecen poner en jaque cualquier estrategia por parte del partido que conforma el gobierno de su Majestad para mantener o ampliar la cantidad de votos que tuvo en la última elección.

Los resultados están por verse, pero poco queda por hacer. Las cartas ya están sobre la mesa.

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Emiliano Guerra
Estudiante de la Licenciatura en Ciencia Política UBA. Orientación en Relaciones Internacionales. Especializado en problemáticas de Estado y gobierno Europeos. IGCSE.

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