Estados Unidos y la Unión Europea han llegado a un acuerdo para aumentar los suministros de gas natural licuado (GNL) en el continente para finales de 2022, en un intento por reducir los niveles de dependencia que poseen con el recurso de Rusia. 

El hecho de que Europa busque diversificar sus fuentes de energía implica no solo dejar de depender casi absolutamente del gas ruso, sino también de privar a Moscú de los ingresos que obtiene con este recurso (que ha utilizado, en gran medida, como una fuente para financiar la invasión de Ucrania). 

El objetivo no será fácil de alcanzar, aunque se espera poder satisfacer la demanda de 50 mil millones de metros cúbicos. Cabe destacar que Rusia es el mayor proveedor de gas de la UE, y el bloque también depende de Moscú para la mayor parte de sus importaciones de petróleo y carbón. 

Mapa de abastecimiento de gas ruso a Europa. Fuente: El Orden Mundial

Cualquier interrupción sobre los flujos de gas desde Rusia implica grandes desafíos. Sin embargo, ambas partes se ven esperanzadas. “Creemos que hemos identificado las fuentes para poder alcanzar ese objetivo. Nos sentimos bastante seguros de que daremos en el blanco”, afirmaba Jake Sullivan. 

Sobre el acuerdo, el presidente Joe Biden declaró junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen: “Nos estamos uniendo para reducir la dependencia de Europa de la energía rusa”. 

En consonancia, Sullivan añadió que “si bien el gas sigue siendo una parte sustancial de la combinación energética, queremos asegurarnos de que los europeos no tengan que obtener ese gas de Rusia”. 

La UE espera este año poder reemplazar casi dos tercios de sus importaciones totales de gas de Rusia. 

¿Qué implica el acuerdo?

Los detalles sobre el mismo no fueron completamente publicados, aunque ahora quedará en manos de las compañías energéticas y los transportistas estadounidenses de GNL. Sin embargo, el hecho de que ya exista un marco político sobre cómo trabajar es sumamente importante para alcanzar los objetivos. 

Rusia envía alrededor de 150.000 millones de metros cúbicos de gas a Europa a través de gasoductos cada año, y otros 14.000 millones a 18.000 millones de metros cúbicos de GNL. Por este motivo, Estados Unidos afirma que puede satisfacer la demanda de 50 mil millones de metros cúbicos, ya que cuenta con los permisos para construir los canales necesarios. 

Además, Estados Unidos asegura que trabajó arduamente con diversos socios, principalmente de Asia, para contar con el suministro. Aunque, según funcionarios estadounidenses, esta tarea requerirá de mucha diplomacia. 

El acuerdo implica que Europa obtendría al menos 15.000 millones de metros cúbicos de suministros adicionales de GNL para fin de año, esperando absorber los 50 mil millones de metros cúbicos estadounidenses hasta 2030 por lo menos. Sin embargo, el suministro provendrá de varias fuentes, no solo Estados Unidos, aunque aún no se han confirmado cuáles. 

Tampoco está claro si los suministros provendrán de una producción adicional o de cargamentos que serán redirigidos desde otras regiones. Por el momento, solo se conoce el objetivo final: reemplazar la casi totalidad de gas ruso, algo que también implica construir energías renovables y aumentar la seguridad energética de Europa.

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Valentina Borghi Ponti
Licenciada en Gobierno y Relaciones Internacionales (UADE), con interés en Medio Oriente, el Mediterráneo y los recursos energéticos

3 COMENTARIOS

  1. eeuu se salio con la suya. parece que los europeos estan dispuestos a pagar el gas mucho mas caro para hacerle el favor a eeuu. la pregunta es eeuu podra cumplir con ese compromiso que le hizo a europa ya que se esta al borde de una tercera guerra mundial o si es que ya no lo estamos?

  2. Clink caja, negocio para EEUU. Ahora Europa va de depender del gas yanqui. Un gran ganador anticipado de esta guerra en Ucrania es EEUU. Con el terror ruso, la industria militar de Norteamérica va a tener muchas ganancias. Como decía el viejo dicho “mientras haya guerra, hay esperanza”… para las empresas de armamento.

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