Este 9 y 10 de diciembre se llevará a cabo la Cumbre por la Democracia, de la cual Joe Biden será el anfitrión. Esta actividad se realizará en formato virtual y aglomerará 110 países en total. Hay que destacar que la iniciativa es, desde el comienzo de la gestión presidencial de los Estados Unidos, una prioridad, así como fue también promesa de campaña.

Entre los bastiones que sostienen este marco se encuentran defender, luchar y fortalecer los valores democráticos. Para lo cual, se harán presentes en la cita líderes gubernamentales, líderes de la sociedad civil y líderes del sector privado. El auspicio que surgió del comunicado de la Casa Blanca se puso como meta afrontar las oportunidades y desafíos que surgieron de la pandemia del covid-19, así como la renovación del compromiso con la forma de gobierno democrática.

Por otra parte, tanto la ocasión bajo la cual surgió esta convocatoria como los países involucrados despertó variadas controversias. La de mayor trascendencia es la invitación a Taiwán, que generó el descontento y reacción del gobierno de China. Hay que tener presente que esta nación, al igual que Rusia, Egipto y Turquía, entre otros, no fueron invitados a la Cumbre.

Si bien puede generar desconciertos la tensión que despertó con China justo después de la reunión entre Joe Biden y Xi Jinping, se podría especular con que refleja las limitaciones que dejó como corolario el intercambio que mantuvieron. Además, desde el comienzo de la gestión Biden-Harris se hizo lugar a la construcción de la dicotomía entre democracias y los autoritarismos.

Ninguna democracia es perfecta y ninguna democracia es definitiva. Cada ganancia obtenida, cada barrera rota, es el resultado de un trabajo decidido e incesante“. Esas fueron las palabras del jefe de Estado de los Estados Unidos, Joe Bien, en ocasión del Día Mundial de la Democracia. En este escenario, los temas claves de las dos cumbres serán defender los gobiernos democráticos del acecho autoritario, abordar y combatir la corrupción y promover el respeto por los derechos humanos.

Los 110 convocados a la Cumbre

En cuanto a la presencia de naciones, considerando su región, Europa es el continente que más invitados tiene, con 39 países. Luego, en cantidad le siguen el Hemisferio Occidente (27), Asía Pacífico (21) y África Subsahariana (17). 

Las regiones de menos países son Medio Oriente, al haber invitado a Israel e Irak. Mientras que de Asia Central se harán presente Nepal, India, Pakistán y Maldivas.

Por otra parte, entre quienes no están incluidos en el listado de naciones se encuentran China, Rusia, Hungría, Egipto y Turquía. Llama de forma notable que no estén presente tampoco los Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Arabia Saudita, aliados de los Estados Unidos. En cuanto a la región de América Latina, no están llamados a participar Bolivia, Cuba, Venezuela, Nicaragua y El Salvador. 

Mientras que, de la lista de los convocados despertó atención que estén Brasil, gobernada por Jair Bolsonaro, y Polonia, que a sabida cuenta de los recientes hechos, se encuentra en tensiones con Bruselas. En adición, bajo la política de “un país, una invitación“, hay en total una treintena de naciones con menos de un millón de habitantes.

Escenario tan clave como delicado para la democracia

No se puede omitir para esta cumbre la faceta vulnerable que atraviesa la forma de gobierno democrática. Esto se debe a que, solo en el último año, se han producido media docena de golpes de Estado. En cierto punto, la democracia estadounidense también se enfrentó a un reto puntual el pasado enero que mantuvo en alerta a toda la comunidad internacional.

En ese sentido, diferentes estudios obtuvieron como resultado que la insatisfacción global con la democracia ha aumentado en los últimos años. A su vez, esto se refleja en que un grado menor de personas en todo el mundo ven la democracia estadounidense como un buen modelo.

Por otro lado, en un reciente comunicado entre los embajadores de China y Rusia, se manifestó que la realización de la cumbre es producto de la “mentalidad de la Guerra Fría” de Estados Unidos. A lo cual, añadieron que “avivará la confrontación ideológica y una ruptura en el mundo, creando nuevas líneas divisorias“.

De igual importante, la inclusión de Taiwán en la cumbre por parte de los Estados Unidos generó un connotado descontento, es especial a China, que reclama la isla como su territorio. En cierto punto, las promesas que se hicieron en referencia al apoyo a la isla frente a las medidas ofensivas de Pekin justifican la invitación. De lo contrario, hubiera evidenciado una afinidad de débil construcción.

La invitación a Polonia y la exclusión de Turquía y Hungría también se podría leer como contraproducente. Según especialistas, la invitación a la nación gobernada por Andrzej Duda tiene fundamento en servir de apoyo mientras transcurren movimientos militares incesantes de Rusia a lo largo de su frontera con Bielorrusia.

Por último, ¿Por qué se seleccionaron estos días? En base a las fuentes cercanas a la casa blanca, la idea era realizar esta cumbre antes y de manera presencial. No obstante, las circunstancias de la pandemia obligaron a reprogramar la convocatoria, siendo estos dos días elegidos de forma intencional. 

El 9 de diciembre es el Día Internacional contra la Corrupción, mientras que el 10 de diciembre es el Día de los Derechos Humanos.

El interrogante que late de cara a este “primer paso” es: ¿Podrá servir de garante para asumir compromisos reales en materia de la democracia, que viene padeciendo un deterioro en todas las regiones del mundo?

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Redacción
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