El gobierno de Estados Unidos advertirá esta semana a las empresas de los crecientes riesgos de operar en Hong Kong y también actualizará una advertencia emitida anteriormente sobre Xinjiang, informó el martes el Financial Times.

El informe decía que las empresas estadounidenses se enfrentan a amenazas como la capacidad del gobierno chino de acceder a los datos que las empresa almacenan en Hong Kong.

Los riesgos también incluyen la nueva ley que permite a Pekín imponer sanciones a personas o entidades implicadas en la elaboración o aplicación de medidas discriminatorias contra ciudadanos o entidades chinas, dijo el FT, citando a tres personas familiarizadas con el asunto.

Estas declaraciones se produjeron antes de que Estados Unidos actualizara su aviso comercial advirtiendo a las empresas estadounidenses sobre los riesgos de los vínculos de la cadena de suministro con la región de Xinjiang, donde China ha sido acusada de una amplia gama de abusos de los derechos humanos contra los uigures.

El anuncio hará hincapié en los riesgos legales que enfrentan las empresas a menos que aseguren que sus cadenas de suministro no estén implicadas en el trabajo forzado en Xinjiang.

“Estados Unidos seguirá promoviendo la rendición de cuentas por las atrocidades y otros abusos de la República Popular China a través de un esfuerzo de todo el gobierno y en estrecha coordinación con el sector privado y nuestros aliados y socios”, dijo el Secretario de Estado Antony Blinken en un comunicado, refiriéndose a la República Popular China.

Esta advertencia es una “típica manipulación política y un doble rasero” por parte de Washington, declaró el martes en una rueda de prensa en Pekín el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Zhao Lijian.

Dijo que los derechos de los inversores extranjeros en Hong Kong están claramente protegidos por las leyes de Hong Kong, incluida la Ley Básica, su mini constitución.

El informe del FT también señala que Estados Unidos impondrá más sanciones esta semana en respuesta a la represión china de las protestas prodemocráticas en Hong Kong y a los supuestos abusos de los derechos humanos en Xinjiang.

China rechaza las acusaciones de genocidio y trabajos forzados en Xinjiang y afirma que sus políticas son necesarias para acabar con los separatistas y los extremistas religiosos que traman atentados y avivan la tensión entre los uigures, de etnia mayoritariamente musulmana, y los han, el mayor grupo étnico de China.

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Redacción
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