Este domingo 11 de julio, la ciudadanía de Moldavia y de Bulgaria, naciones de Europa Oriental, debieron concurrir a los comicios parlamentarios. 

En el caso moldavo, se trata de elecciones anticipadas convocadas por la presidenta Maia Sandu, quien asumió su cargo a fines de diciembre y en abril disolvió el Parlamento. 

Mientras que, en el caso de Bulgaria, los comicios anticipados se producen tres meses después de las elecciones del pasado abril, debido a que las fuerzas políticas búlgaras no llegaron a un acuerdo de mayoría.

Frente conflictivo arco partidario moldavo

Las recientes elecciones de noviembre de 2020 en Moldavia le dieron el triunfo a Maia Sandu sobre el representante del socialismo, Igor Dodon. La relevancia de este resultado fue, no solo que por primera vez en su historia sería una mujer la presidenta, sino que, trajo consigo un viraje desde el poder a un sector político que mira a Europa y a occidente.

La actual presidenta lidera el partido Acción y Solidaridad (PAS), que está en minoría en el Legislativo con 15 escaños de un total de 101. Por lo que, en vistas a poder controlar la cámara y llevar a cabo las reformas prometidas durante la campaña electoral, Sandu expresó desde el principio de su gestión el deseo de disolver el Legislativo y renovar la totalidad de las bancas. 

Empero, el parlamento se encuentra dominado por el Partido Socialista de Moldavia del expresidente Dodon junto a la formación populista Shor y Pro Moldova, lo que atenúa el cambio real en la política del país. Lo que es más, para estos comicios acordaron en mayo una alianza. En total, competirán por las bancas 22 fuerzas políticas y un candidato independiente. 

Una encuesta de Vox Populi (Asociación de Sociólogos y Demógrafos de Moldavia), estima al partido de la presidenta Sandu, Acción y Solidaridad (PAS) como primero en las preferencias. En segundo lugar se ubica el bloque de los comunistas y los socialistas moldavos que lideran Vladímir Voronin e Igor Dodon. Completando el podio, figura el partido populista Shor, que recabaría el mínimo de umbral para ingresar en el reparto de bancas.

Según Doran Cimil, citado por el portal moldavo NewsMaker, los 101 escaños del Parlamento se dirimirán entre un total de 1.791 candidatos, (956 hombres y 835 mujeres). En adición, para los comicios se habilitarán 2.150 puntos de votación, 150 de ellos en el exterior.

Un dato condicionante para la nación de Europa oriental es que posee el tercer peor índice de corrupción del continente detrás de Rusia y Ucrania, según la ONG Transparencia Internacional. Por lo que, el punto nodal de la plataforma electoral de Sandu se vinculó con atacar la corrupción endémica, meta difícil de cumplir si se tiene presente que el Parlamento es aún dominado por el socialismo.

Por lo tanto, el desafío mayor para la gestión de la actual jefa de estado es, en primera instancia, la búsqueda de consensos con diversos sectores políticos. Al mismo tiempo, deberá mantener una buena relación tanto con Rusia como con la Unión Europea y otros países del continente, con el fin de obtener necesario apoyo internacional para paliar sus conflictos internos.

En búsqueda de superar el bloqueo político

Tras las elecciones de abril, las fuerzas políticas búlgaras no llegaron a un acuerdo de mayoría, por lo que se convocaron nuevos comicios para renovar la Asamblea Nacional de 240 miembros. Hecho por el cual, un total de 23 partidos y coaliciones compiten por escaños. Para asegurar la representación en el parlamento, un partido o una coalición necesita ganar al menos el 4% de todos los votos válidos

El Primer Ministro hasta el mes de mayo, Boyko Borisov, buscará volver a liderar el Gobierno con el apoyo del partido conservador Ciudadanos por el Desarrollo Europeo de Bulgaria (GERB-SDS), que en los últimos comicios fue primera fuerza con 75 bancas.

Sin embargo, las encuestas más recientes indican que el apoyo al GERB ha caído aún más desde que el gobierno abrió una investigación de corrupción en torno al período en que Borisov fue primer ministro.

El jefe de estado, cercano a los socialdemócratas y enfrentado al hasta ahora primer ministro y líder del GERB, Borisov, manifestó que el país necesita una “alternativa” y pidió a todos los partidos que reconsideren su comportamiento.

En esta situación, es claro que vamos hacia la disolución del Parlamento y la celebración de elecciones anticipadas. Y si después de estas tenemos la misma situación de empate e imposibilidad de formar de Gobierno, Bulgaria caerá no solo en una crisis política, sino también constitucional“, advirtió el presidente Rumen Radev.

Por su parte, la líder socialdemócrata, Kornelia Ninova, adelantó la semana pasada su decisión. Por el momento, no va a pactar con el populista Borisov, ni tiene el apoyo de tres formaciones nuevas, surgidas de las protestas en contra del gobierno del pasado verano.

Lo cierto es que las movilizaciones y descontento, que se fundamentaron en acusaciones de corrupción resultaron en la formación tres nuevas asociaciones políticas. Una de ella es “Existe Tal Pueblo“, del cantante y presentador satírico de televisión, Slavi Trifonov, que quedó segunda en las recientes elecciones y obtuvo 51 bancas en el parlamento.

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