El Reino Unido enviará este mes su nuevo portaaviones, el HMS Queen Elizabeth, a la región del Indo-Pacífico para enviar un mensaje a Pekín. El viernes, el primer ministro británico, Boris Johnson, dijo que el despliegue mostrará a China que el Reino Unido cree en el “derecho internacional del mar”.
Estados Unidos y sus aliados han acusado a China de amenazar el llamado “orden basado en reglas”. Un ejemplo que señala Occidente son las reivindicaciones de Pekín en el Mar de China Meridional, que EE.UU. desafía con peligrosas provocaciones militares al navegar frecuentemente con buques de guerra cerca de islas controladas por China.
Se espera que el HMS Queen Elizabeth navegue por el Mar de China Meridional durante su estancia en la región. El portaaviones encabezará un gran grupo de ataque naval que será el mayor despliegue de la Marina británica desde la Guerra de las Malvinas de 1982. Un destructor de la Marina estadounidense también se unirá a los buques británicos.
Enviar una flotilla naval tan grande para desafiar a China es un movimiento provocador, pero Johnson insiste en que no pretende ser antagónico. “Una de las cosas que haremos claramente es mostrar a nuestros amigos en China que creemos en el derecho internacional del mar, y de una manera confiada pero no de confrontación, estaremos reivindicando ese punto”, dijo.
Hay un cambio bastante trasendental con respecto al Reino Unido. Si bien Johnson dice que es simplemente para recordar el “derecho de mar” es claramente una postura mucho más agresiva. Inclusive más que en los últimos momentos de la guerra fría.