En el día de hoy Chile inicia su intenso cronograma electoral. Serán, entre el sábado 15 y domingo 16 de mayo, los días en que la ciudadanía chilena tendrá que dirimir cuatro decisiones en simultáneo. Se designarán, por un lado, a los Convencionales Constituyentes que redactarán la nueva Constitución y, por el otro, a Gobernadores, Alcaldes y Concejales.

La centralidad de esta ocasión es que dará un paso más a quienes tendrán la responsabilidad de reemplazar la Carta Magna que ha regido la vida política del país en los últimos 41 años (con 25 reformas). Del mismo modo, será la primera vez, desde que Chile retornó a la democracia, que los ciudadanos podrán elegir a las autoridades en las 16 regiones administrativas en las que se encuentra dividido el país

Luego de ser postergados debido a la crítica situación sanitaria producto de la pandemia del coronavirus, se dará inicio a la primera escala del calendario electoral sentado para este año. Su segunda instancia decisiva será en noviembre. Allí se dirimirá la nueva fórmula presidencial para el período 2022-2026, en conjunto con las elecciones de diputados, senadores y consejeros regionales.

Comicios sustanciales.

Casi 15 millones de ciudadanos elegirán este 14 y 15 de mayo a los 155 constituyentes que redactarán una nueva Constitución. Además, se designarán 345 alcaldes, 2.252 concejales y gobernadores de las 16 regiones del país, que antes se supeditaban al control del Poder Ejecutivo.

En total, más de 22.000 candidatos se disputarán 2.768 cargos, lo que convierte a esta en la elección más grande de la historia del país sudamericano. Es, asimismo, la antesala para los comicios presidenciales, de consejeros regionales y de los miembros del Congreso, que tendrán lugar en noviembre.

La decisión de celebrar la votación en dos jornadas consecutivas tiene razones sanitarias, para prevenir el aglomeramiento de personas. Pero, además el fundamento de la doble ocasión, tramitada y aprobada a través del Congreso nacional, se debe a la complejidad de las boletas para el votante y la gran cantidad de candidatos.

El proceso electoral, considerado como el más importante desde el plebiscito que marcó el fin de la dictadura de Augusto Pinochet, surgió de un proceso que emanó de las protestas sociales de octubre de 2019 y obtuvo carta de validez en el plebiscito celebrado el pasado año. En esa ocasión, un 78,28% a favor aprobó la convocatoria al proceso constituyente, con una participación de 50,95%. Semanas después del resultado, el Gobierno y la oposición firmaron el “Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución”, donde determinaron la normativa que regirá.

Un agregado adicional es que, a partir de lo dispuesto por la Ley Electoral promulgada en marzo del 2020, la elección de la Convención quedará en la historia por ser el primero conformado de manera igualitaria por mujeres y hombres. En otras palabras, convertirá a Chile en el primer país del mundo en tener una carta magna escrita por un número equilibrado de hombres y mujeres. Consagra, de este modo, un grito del movimiento feminista que resonó en las calles del país durante el último tiempo: “Nunca más sin nosotras”.

Para tal fin, se dividirá el territorio en 28 distritos de entre 3 y 8 escaños, distribuidos por método D’Hondt. Con ciertas modificaciones, es el sistema utilizado para elegir en la Cámara de Diputados.

De la misma importancia, habrá también un piso mínimo de representación otorgado a los pueblos originarios, consignado en 15 de los 155 integrantes de la Convención Constituyente. En total, se han aprobado 1.191 candidaturas para los 138 escaños regulares y 182 para los 17 miembros de los pueblos originarios. De estos, 749 pertenecen a listas integradas por partidos políticos, mientras que los restantes son independientes sin filiación partidaria.

La espera que se consuma.

Como se mencionó, la elección de la Convención Constituyente producto resultante del estallido social que se registró en Chile en octubre de 2019 y que marcó el inicio de una crisis que, desde entonces, el Gobierno de Piñera no ha logrado revertir.

Después de las masivas protestas de ese año, la gestión aceptó convocar a un plebiscito para que la ciudadanía votará si estaba a favor de una nueva Constitución que sustituyera a la actual, que es una herencia del fallecido dictador Augusto Pinochet.

La consulta, cuyas postergaciones se debieron a la pandemia, se llevó a cabo el pasado 25 de octubre. El resultado fue una contundente victoria del 78 % para el ‘Apruebo’, lo que abrió la puerta a una nueva Carta Magna que los convencionales que sean elegidos tendrán que elaborar en el plazo de un año. 

En adición, la pandemia del coronavirus ha seguido impactando en el calendario electoral chileno, ya que los comicios se iban a llevar a cabo el 11 de abril. En primera instancia alternativa, se desdoblaron al 10 y 11 de mismo mes, con el fin evitar aglomeraciones en los centros de votación. Se terminaron postergando para mayo, manteniendo la modalidad.

En estas últimas semanas, Chile afrontó una paradoja al liderar la campaña de vacunación en la región. El sentido de lo mencionado se debe a que se enfrentó, en paralelo, a un brusco aumento en los contagios y muertes y con el sistema sanitario desbordado, por lo que Piñera endureció las restricciones que incluyeron un nuevo toque de queda para evitar la circulación.

No obstante, las jornadas electorales del 15 y 16 de mayo sí están confirmadas. De todos modos, la fragmentación de listas y candidatos, sumado al hecho de que sea una elección sin antecedentes, ha tornado más compleja la realización de encuestas que puedan anticipar algún escenario.

Agrupaciones para los comicios.

A pesar de su impopularidad, las fuerzas ligadas a Sebastián Piñera como oficialismo parten con ventaja por debilidad ajena: la derecha va casi toda unida dentro la lista “Vamos por Chile”. Ella incluye a Chile Vamos y al Partido Republicano.

La izquierda, centroizquierda y el progresismo no lograron conformar un solo bloque. Por lo tanto, se van a presentar por separado en las coaliciones Listas del Apruebo y Apruebo Dignidad. A estas dos, se le suman el Partido Humanista, el Partido Ecologista, la Unión Patriótica y el Partido de Trabajadores Revolucionarios.

En tercera instancia, se suman las candidaturas independientes. En total, alcanzaron 74 listas, tanto regionales como nacionales, y se agrupan en torno a distintas corrientes ideológicas.

Después del 16 de mayo, las y los ganadores contarán con un lapso de 30 días para ser proclamados como convencionales. Luego, el Presidente Piñera convocará a la sesión inaugural de los trabajos de la Convención Constituyente, lo que podría ocurrir en la segunda quincena de junio.

A partir de ese momento, los convencionales se ocuparán durante un año, en el Palacio Pereira, de redactar la nueva Constitución, en medio de una fuerte presión por parte de los sectores sociales que influirán con reclamos y protestas para que los derechos que defienden sean incluidos.

Los asuntos que abordará la Convención comprenden, entre otros, la posible reforma del actual régimen presidencialista de gobierno. Asimismo, se revisará los atributos del poder del Estado y su rol económico y social. Se abordará, también, el reconocimiento constitucional de derechos básicos, tales como la educación, la salud, la vivienda, el trabajo y la seguridad social. Del mismo modo, se observarán los derechos de segunda generación, que involucran medioambiente, no discriminación y la participación. 

De esa etapa ya se encargará quien sustituya a Piñera, luego de ganar las elecciones presidenciales del 21 de noviembre, o la segunda vuelta prevista para el 19 de diciembre, y que asumirá en marzo de 2022.

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