Por María Paz Enríquez miembro del Grupo Jóvenes Investigadores IRI

En el marco de la Edición 2021 del “Mapa sobre las mujeres en la política” de la Unión Interparlamentaria (UIP) y ONU Mujeres,  es interesante examinar cómo ha “avanzado” la igualdad entre el hombre y la mujer a nivel internacional tanto en el debate público como en el escenario político.

Este mapa se elaboró a partir de un ranking mundial de mujeres que se encuentran en las ramas ejecutiva y parlamentaria de gobierno al 1 de enero de 2021. El mismo muestra que para inicios de 2021, el 5,9 % de los Jefes de Estado elegidos (9 de 152) y el 6,7% de Jefes de Gobierno (14 de 193) eran mujeres. Europa sigue siendo, como en el 2020, la región con mayor cantidad de países gobernados por mujeres: 5 de 9 jefas de Estado y 7 de 13 jefas de gobierno a nivel mundial.

Del análisis de este documento podemos destacar que:

  • Ha crecido el número de mujeres jefas de Estado,  jefas de gobierno y ministras (aumentó de 21,3 a 21,9 en 2021). Es interesante destacar además, que las gobernadoras juegan un papel importante a la hora de garantizar el acceso a servicios básicos y soluciones inmediatas. Esto ha sido particularmente importante con el inicio de la pandemia. 
  • Siguen existiendo grandes desigualdades de género.
  • La cantidad de países sin mujeres en el gobierno ha crecido.
  • Solo el 25,5 % de los escaños parlamentarios están ocupados por mujeres.
  • Las ministras llevan adelante las carteras de asuntos sociales, así como las de asuntos de la mujer e igualdad de género. 
  • Más de la mitad de las mujeres jefas de Estado y de gobierno están en Europa. Además, esta es la región que más creció en cuanto a representación política de las mujeres en el poder ejecutivo. 
  • Dentro de África Subsahariana, en Namibia se produjo el avance más significativo. En Ruanda existe la mayor proporción de ministras.
  • En América, la proporción de mujeres en Ministerios ascendió del 17% al 46% en 2021. Además, en Estados Unidos se eligió a la primera mujer vicepresidenta.
  • En Asia, Mongolia ascendió de 6,7% a 18,8% en el porcentaje de mujeres en puestos ministeriales.
  • En la región que abarca el Medio Oriente y Norte de África, el Líbano se posicionó con el porcentaje más alto de ministras (31,6%). En Túnez hubo un incremento muy significativo, de 6,9% a 29,2% de mujeres en puestos políticos.
  • En la región de Oceanía,  Nueva Zelanda tiene la mayor proporción de ministras (40%).

Es evidente la necesidad de aumentar el liderazgo de las mujeres y la representación de las mismas en la toma de decisiones. Como explica la Directora Ejecutiva de ONU Mujeres Phumzile Mlambo-Ngcuka: “Ningún país puede prosperar sin la participación de las mujeres. Necesitamos una representación de las mujeres que refleje a todas ellas y a las niñas en su amplia diversidad y capacidad, en todas las situaciones políticas, económicas, sociales y culturales.”

La inequidad se acentuó con la pandemia de COVID- 19. Según ONU Mujeres, la pandemia ha demostrado  que las crisis sanitarias y económicas no son neutrales en materia de género. Las mujeres sufren más pobreza, más violencia, pérdida de empleo, una marcada brecha salarial, menos protección social y mayores dificultades para llevar adelante la vida laboral y familiar. Además, existen discriminaciones por género, edad, clase, raza, etnia, identidad sexual, nacionalidad, discapacidad, condición de migrante o refugiada.

Como manifiesta la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las mujeres se encuentran sobrerrepresentadas en los sectores que más tienen exposición al virus. Son casi el 70% de la fuerza de trabajo del sistema sanitario, además de ocupar puestos como  voluntarias de salud y cuidadoras. Asimismo, la pandemia sacó a la luz el estado de vulnerabilidad en el que se encuentran, en donde la violencia, explotación, abuso y acoso son moneda corriente.

Es preciso lograr la igualdad tanto en el escenario social como en la arena política. Hoy en día ningún país del mundo ha alcanzado la plena igualdad entre el hombre y la mujer. Parecería que existe poco interés de algunos países en crear un sistema más equilibrado, en donde las mujeres tengan las mismas posibilidades que los hombres. La inclusión de temas como: la brecha salarial, el techo de cristal (la barrera que existe al interior de las organizaciones, que dificulta a las mujeres tener acceso a puestos jerárquicos, independientemente de sus logros), la violencia de género y la igualdad en la toma de decisiones, llevarán a mejorar la calidad democrática. Estos temas, si bien son incluidos cada vez más en el debate público y en la agenda de algunos países, no logran posicionarse de manera permanente como prioritarios.

Ada Colau, alcaldesa de Barcelona dice algo muy acertados sobre este tema: “es preciso feminizar la política”. Claudia López, alcaldesa de Bogotá explica que la pandemia nos enseñó que el mundo en el que vivimos ya no es sostenible. Es necesario cambiar hábitos y desarrollar una nueva normalidad social, cultural y económica. Es el momento de crear nuevas políticas públicas que garanticen la inclusión y participación de las mujeres en la política. El objetivo es no volver a la normalidad, y ver a la igualdad de género como una parte de la solución a muchos desafíos globales.

María Paz Enríquez: Tesista de la Licenciatura en Relaciones Internacionales (USAL). Miembro del Grupo de Jóvenes Investigadores del Instituto de Relaciones Internacionales (GJI IRI)

Te puede interesar: India: un país sin mujeres

Dejá tu comentario