El presidente participó el pasado miércoles de forma virtual en la Cumbre Iberoamericana de Andorra, bajo el lema “Innovación para el desarrollo sostenible-Objetivo 2030. Iberoamérica frente al reto del coronavirus”. A la misma asistieron el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, y diversos mandatarios y/o representantes de 22 países invitados en forma semi-presencial. Algunos de ellos son el primer ministro de Andorra, Xavier Espot Zamora; el presidente de Portugal y el primer ministro, Marcelo Rebelo de Sousa y Antonio Costa; y diversos representantes de países latinoamericanos como los presidentes de Guatemala, República Dominicana, Bolivia, Chile, Colombia, entre otros.
El objetivo de los líderes regionales en la misma consiste en aunar esfuerzos y buscar respuestas colectivas a la pandemia y su impacto económico. La secretaria general iberoamericana, Rebeca Grynspan, declaró que de la reunión se esperaba que se obtengan respuestas consensuadas y concretas, más allá de las divergencias políticas.
El discurso de Alberto Fernandez giró en torno a ciertas cuestiones principales, destacando la Cuestión Malvinas. Los países participantes reiteraron su llamado a la reanudación de las negociaciones bilaterales entre Argentina y el Reino Unido en pos de encontrar una solución efectiva frente a la disputa de soberanía de las Islas. Asimismo, manifestaron que las negociaciones deben ser llevadas a cabo en el marco de las resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas, de la Organización de los Estados Americanos y de las disposiciones y objetivos de la Carta de las Naciones Unidas.
En la cumbre se destacó el apoyo de los Jefes y Jefas de Estado hacia el gobierno argentino, rechazando las acciones unilaterales de Reino Unido sobre la exploración y explotación de recursos naturales en el área y recordando la resolución 31/49 de Naciones Unidas. A su vez, se prestaron en desacuerdo sobre el aumento de la presencia militar en las Islas, y señalaron que este accionar es “incompatible” con una resolución pacífica de la controversia territorial.