El ejército de China dijo el viernes que cuatro de sus soldados murieron en un enfrentamiento fronterizo con las fuerzas indias el año pasado, siendo este comunicado la primera vez que Beijing reconoce públicamente que su lado sufrió bajas en el incidente más mortal entre los gigantes asiáticos en casi 45 años.
El anuncio, que se produce más de seis meses después de la sangrienta lucha cuerpo a cuerpo, debería ayudar a las audiencias mundiales a “comprender la verdad y el bien y el mal del incidente”, dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hua Chunying.
Sin embargo, la demora también pareció reflejar la profunda cultura china del secreto militar, así como las preocupaciones sobre las posibles consecuencias nacionales e internacionales del derramamiento de sangre.
Inmediatamente después del enfrentamiento en la cima de una colina en junio de 2020 en las montañas Karakoram, India anunció que había perdido a 20 de sus soldados en una batalla “cuerpo a cuerpo”.
Se creía que China también había sufrido bajas, pero no proporcionó ningún detalle, diciendo que no quería aumentar aún más las tensiones. El anuncio de que efectivamente perdió soldados se produce ahora que las dos partes están comprometidas en un retroceso gradual de sus posiciones originales luego de múltiples rondas de negociaciones.
El periódico People’s Liberation Army Daily dijo el viernes que los cuatro muertos fueron nombrados mártires oficiales del estado y recibieron otros honores póstumos.
Dijo que el título de “héroe defensor de la frontera” fue conferido al comandante del batallón Chen Hongjun, mientras que Chen Xiangrong, Xiao Siyuan y Wang Zhuoran recibieron premios al mérito de primera clase. Atribuyó sus muertes a los combates en “un enfrentamiento con personal militar extranjero”, sin mencionar directamente a la India.
Qi Fabao, un comandante de regimiento del Comando Militar de Xinjiang del EPL que resultó herido en el enfrentamiento, recibió el título de “Comandante de regimiento héroe por defender la frontera”.
Informes anteriores, no confirmados, habían elevado el número de chinos muertos a 45, y el teniente general YK Joshi, que comanda el Comando Norte del Ejército de la India, dijo que los observadores indios contaron que más de 60 soldados chinos fueron llevados en camillas, aunque no está claro cuántos sufrieron heridas mortales.
Por otra parte, un funcionario de seguridad indio dijo el viernes que el ejército estima que al menos 14 soldados chinos resultaron heridos, ocho de los cuales murieron más tarde. Esa evaluación se basó en la cantidad de camillas utilizadas para retirar a los heridos la noche del incidente, información recopilada del hospital de avanzada chino e informes de campo desde el suelo.
Otro funcionario de seguridad ofreció un relato similar, diciendo que al menos 12 soldados chinos resultaron “gravemente” heridos en el incidente.
Ambos hablaron bajo condición de anonimato de acuerdo con las regulaciones gubernamentales.
El tenso enfrentamiento en las montañas Karakoram comenzó a principios de mayo, cuando los soldados indios y chinos ignoraron las repetidas advertencias verbales de los demás, lo que provocó una pelea a gritos, lanzamientos de piedras y peleas a puñetazos en la orilla norte del lago Pangong, que está marcado por ocho crestas disputadas donde los ríos fluyen hacia el cuerpo de agua.
En junio, las fricciones se intensificaron y se extendieron hacia el norte en Depsang y el valle de Galwan, donde India construyó una carretera militar a lo largo de la disputada frontera. Desde el enfrentamiento, ambos países han estacionado a decenas de miles de soldados respaldados por artillería, tanques y aviones de combate a lo largo de la frontera de facto llamada Línea de Control Real, o LAC, con tropas preparándose para el duro invierno.
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La descripción de los enfrentamientos se parecen mucho a riñas entre barras bravas. Recuerdo que incluso apareció en escena un tipo de lanza o espada rara. Es curioso esto tratándose de los dos ejércitos más numeroso del mundo actual.