Más de un siglo después del primer vuelo propulsado en la Tierra, la NASA tiene la intención de demostrar que es posible replicar esa misma hazaña en otro mundo.

Transportado a bordo de la nave espacial Mars 2020 que llega al Planeta Rojo el jueves, el pequeño helicóptero Ingenuity tendrá varios desafíos que superar, el más grande es la atmósfera marciana, que es solo un uno por ciento de la densidad de la Tierra.

Podría llamarse helicóptero, pero en apariencia está más cerca de un drone a los que nos hemos acostumbrado a ver en los últimos años.

Con un peso de solo 1.8 kilogramos, sus palas son mucho más grandes y giran unas cinco veces más rápido (2.400 revoluciones por minuto) de lo que se requeriría para generar la misma cantidad de sustentación en la Tierra.

Sin embargo, recibe ayuda de Marte, donde la gravedad es solo un tercio de la de nuestro planeta de origen.

El Ingenuity tiene cuatro soportes, un cuerpo en forma de caja y cuatro palas de fibra de carbono dispuestas en dos rotores que giran en direcciones opuestas. Viene con dos cámaras, computadoras y sensores de navegación.

También está equipado con células solares para recargar sus baterías, gran parte de la energía se utiliza para mantenerse caliente en las frías noches marcianas, donde las temperaturas caen a menos de 90 grados.

El helicóptero viaja en el vientre del vehículo Perseverance, que lo dejará caer al suelo una vez que haya aterrizado y luego se alejará.

El dron o helicoptero volará a altitudes de 3 a 5 metros y viajará hasta 50 metros desde su área de inicio y de regreso.

Cada vuelo durará hasta un minuto y medio, en comparación con los 12 segundos que lograron los hermanos Wright con el primer vuelo controlado y motorizado en Kitty Hawk, Carolina del Norte en 1903.

Al igual que el rover Perseverance, Ingenuity está demasiado lejos de la Tierra para ser operado con un joystick y, por lo tanto, está diseñado para volar de forma autónoma.

Sus computadoras a bordo trabajarán con sus sensores y cámaras para mantenerlo en un camino programado por sus ingenieros.

Pero el resultado de estos vuelos solo se conocerá después de que se hayan realizado.

La NASA describe la misión de Ingenuity como una “demostración de tecnología”: un proyecto que busca probar una nueva capacidad junto con la misión de astrobiología de Perseverance.

Sin embargo, si tiene éxito, “básicamente abre una nueva dimensión de exploración de Marte”, dijo Bob Balaram, ingeniero jefe de Ingenuity.

Los modelos futuros podrían ofrecer mejores puntos de observación que no ven los orbitadores actuales o los rovers en el suelo, lo que permitiría a los helicópteros explorar el terreno para robots terrestres o humanos.

Incluso podrían ayudar a transportar cargas útiles ligeras de un sitio a otro, como las muestras de roca y suelo que el Perseverance recolectará en la próxima fase de la misión Mars 2020.

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Redacción
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