La única antena de radio que puede comandar la nave espacial de 43 años ha estado fuera de servicio desde marzo, mientras recibe nuevo hardware, pero el trabajo está en camino de terminar en febrero.
El 29 de octubre, los operadores de la misión enviaron una serie de comandos a la nave espacial Voyager 2 de la NASA por primera vez desde mediados de marzo.
La nave espacial ha estado volando sola mientras que la antena de radio de 70 metros de ancho (230 pies de ancho) utilizada para comunicarse con ella ha estado fuera de servicio por reparaciones y actualizaciones. La Voyager 2 devolvió una señal confirmando que había recibido la “llamada” y ejecutó los comandos sin problemas.
La llamada a la Voyager 2 fue una prueba del nuevo hardware recientemente instalado en la Estación Espacial Profunda 43 (Deep Space Station 43), la única antena parabólica del mundo que puede enviar comandos a la Voyager 2.
Ubicada en Canberra, Australia, es parte de la Red de Espacio Profundo (DSN) de la NASA, una red de antenas de radio de todo el mundo utilizadas principalmente para comunicarse con naves espaciales que operan más allá de la Luna.
Desde que la antena se desconectó, los operadores de la misión han podido recibir actualizaciones de datos científicos y del estado de la Voyager 2, pero no han podido enviar comandos a la sonda lejana, que ha viajado miles de millones de kilómetros desde la Tierra desde su lanzamiento en 1977.