Los siete líderes del sur de Europa, con el francés Emmanuel Macron a la cabeza, agitaron este jueves la amenaza de sanciones contra Turquía si no cesa su política de confrontación en el Mediterráneo Oriental.
En la cumbre EuroMed, que reunió en Córcega a los líderes de Francia, España, Grecia, Italia, Chipre, Malta y Portugal, Macron reiteró su apoyo a Grecia en la disputa que mantiene con Turquía, por la explotación de las reservas de hidrocarburos en aguas que ambos países reivindican. Este pulso que ha disparado en las últimas semanas la tensión en la zona, entre discursos marciales y ejercicios militares de ambas partes.
“En el fondo nuestro objetivo es restaurar unas relaciones normales con Turquía que permitan la estabilidad en la región -aseguró el presidente francés durante la rueda de prensa común-. Queremos obtener el fin de las acciones unilaterales y el fin de las perforaciones, por supuesto. Así como un respeto total del embargo de armas a Libia para el conjunto de potencias de la región”.
Francia y Grecia buscan obtener el respaldo del resto de sus socios europeos, menos dispuestos a enfrentarse a Ankara , que amenaza con abrir, como respuesta, el grifo migratorio en dirección a la UE.