Un punto muy concreto del mapa entre Rusia y Ucrania se puso en el centro de las negociaciones por la paz que intermedia Estados Unidos: la planta nuclear de Zaporiyia, la más grande de Europa. Mientras Kiev demanda que la central sea operada en conjunto con Washington, el presidente Donald Trump abrió la puerta a una colaboración tripartita con el gobierno de Vladimir Putin.

Las seis unidades de la planta, construidas entre 1981 y 1986 durante la época de la Unión Soviética, están bajo control de Rusia desde marzo de 2022, cuando la tomó de manos de Ucrania. Aunque las bombas han caído cerca de los reactores nucleares, no han afectado su funcionamiento, que es garantizado por una unidad autónoma de la empresa atómica rusa Rosatom.
El destino de la planta se discute ahora en conjunto con el de distintos territorios que se hallan en disputa entre las dos naciones. Pero el potencial energético y económico que encierra esta instalación hacen que su suerte sea debatida puntualmente en la mesa de negociaciones, aunque con desencuentros ente las posturas de Donald Trump, Vladimir Putin y el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.
La planta nuclear de Zaporiyia, en el centro de las negociaciones por la paz entre Rusia, Ucrania y Estados Unidos
Parece que la posibilidad de volver el tiempo atrás y colocar la planta de Zaporiyia en manos exclusivamente ucranianas no está en la mesa de negociaciones.

A principios de mes, Zelenski informó que Estados Unidos llevaba adelante una propuesta para operar la planta -y fraccionar su energía- entre Rusia, Estados Unidos y Ucrania. En este escenario, la conducción tripartita sería liderada por un director norteamericano para la planta, localizada a orillas del río Dniéper. La idea no fue del todo satisfactoria para Kiev, que en cambio elevó la posibilidad de alcanzar un manejo conjunto entre Estados Unidos y Ucrania, que contemple la disponibilidad para el lado norteamericano del 50% de la energía producida por la planta.
El presidente norteamericano admitió que tanto él como Zelenski conversaron sobre la planta nuclear de Zaporiyia en su última reunión, celebrada el pasado domingo 28 en Florida, y aprovechó para ensalzar la gestión del líder ruso de las instalaciones: “Lo discutimos extensamente hoy. [La planta] Está en bastante buena condición. El presidente Putin está trabajando con Ucrania para abrirla. Ese es un gran paso cuando no la está bombardeando”.
Trump referenciaba así el acuerdo de alto al fuego alcanzado alrededor de la zona entre ambas partes, que permite al lado ruso trabajar para que quede reparado la transmisión energética de la planta, cuyo malfuncionamiento representa un riesgo para la seguridad de los dos países y el continente europeo.
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