La petrolera estatal YPF firmó un acuerdo estratégico con la italiana Eni para desarrollar el megaproyecto Argentina LNG, una iniciativa que busca transformar a la Argentina en exportador global de gas natural licuado (GNL) y consolidar a Vaca Muerta como uno de los polos energéticos más importantes del hemisferio sur.
El convenio, rubricado en Buenos Aires por Horacio Marín (presidente y CEO de YPF) y Claudio Descalzi (CEO de Eni), marca la definición técnica del proyecto (Technical FID) e involucra una inversión superior a los USD 25.000 millones en infraestructura y USD 15.000 millones adicionales en desarrollo de pozos. Con una producción inicial estimada en 12 millones de toneladas de GNL por año (MTPA), ampliable a 18 MTPA, el plan contempla exportaciones anuales de hasta USD 20.000 millones una vez en plena operación.
Un hito energético y político
Horas antes de la firma, el presidente Javier Milei recibió a los directivos de YPF y Eni en la Quinta de Olivos, junto al jefe de Gabinete Guillermo Francos, en un gesto político que subraya la prioridad del proyecto dentro de la estrategia energética nacional. Francos destacó su incorporación al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) y lo definió como “una apuesta estructural que asegura estabilidad, ingreso de divisas y desarrollo de largo plazo”.
Desde el punto de vista geopolítico, el acuerdo refuerza la posición de Argentina como proveedor confiable de gas para Europa, en un escenario donde la guerra en Ucrania y las tensiones en Medio Oriente han reconfigurado la demanda global de energía. Para Eni, que busca diversificar su cartera tras el declive del suministro ruso, Vaca Muerta ofrece un rendimiento superior a los principales campos de shale de EE. UU., según reconoció Descalzi.
Infraestructura de escala mundial
El proyecto contempla la instalación de dos plantas flotantes de licuefacción (FLNG) en el Golfo San Matías (Río Negro), con una capacidad combinada de 12 MTPA y posibilidad de sumar una tercera unidad. Cada módulo demandará cerca de USD 3.000 millones y operará bajo un esquema de financiamiento mixto entre bancos multilaterales, fondos soberanos y socios asiáticos.
El Gasoducto Presidente Néstor Kirchner, recientemente finalizado, será la columna vertebral del sistema logístico, al conectar los yacimientos neuquinos con las plantas costeras. Paralelamente, se avanza en el diseño del gasoducto troncal de 48 pulgadas y 580 kilómetros, capaz de transportar entre 75 y 100 millones de m³ diarios, una infraestructura crítica para sostener la capacidad exportadora a partir de 2029.
Impacto económico y proyección global
De concretarse, Argentina LNG se convertiría en la mayor inversión privada de la historia argentina y en una de las más relevantes de América Latina. Las proyecciones indican que generará exportaciones acumuladas por más de USD 300.000 millones hasta 2050, además de miles de empleos directos, desarrollo de proveedores locales y una fuerte transferencia tecnológica.
La alianza también redefine la política energética argentina: YPF deja atrás su rol meramente productor para transformarse en un actor exportador y financiero, con capacidad de incidir en los precios internacionales del gas. Para el gobierno, representa una “segunda revolución del shale”, orientada a convertir al país en potencia energética global junto a sus aliados occidentales.
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