Este martes, funcionarios del Fondo Monetario Internacional arribaron a Buenos Aires para comenzar la primera revisión del acuerdo de facilidades extendidas (EFF, por sus siglas en inglés) firmado en abril con Argentina, por un monto total de 20.000 millones de dólares.

La revisión técnica estaba inicialmente pautada para el 15 de junio, pero fue postergada de común acuerdo entre el Gobierno argentino y el organismo con el objetivo de ampliar el margen de tiempo para fortalecer las reservas internacionales del Banco Central.
Desde el FMI señalaron que el monitoreo se enfocará en el “análisis de avances en los objetivos y metas del programa”, de cara a la elaboración de un informe que, si resulta favorable, habilitará un nuevo desembolso de 2.000 millones de dólares.
Reservas internacionales, el principal punto débil del programa
Uno de los principales compromisos asumidos por el gobierno de Javier Milei fue aumentar las reservas netas del Banco Central en aproximadamente 4.400 millones de dólares antes de fin de año. No obstante, esta meta aparece rezagada frente al ritmo de acumulación, dado que tanto el BCRA como el Tesoro han evitado comprar divisas en el mercado libre de cambios (MULC) desde el inicio del programa.

Según la consultora Eco Go, si bien las cuentas fiscales muestran una evolución positiva, la situación en el frente externo no acompaña con igual fuerza. La acumulación de reservas y el cumplimiento de metas sobre activos netos internos siguen representando desafíos estructurales en un contexto en el que los ingresos de divisas por exportaciones no logran compensar el ritmo de pagos y la volatilidad cambiaria.
Superávit fiscal, el eje fuerte que sostendrá la defensa del programa
Desde el Palacio de Hacienda destacan como logro central del actual programa el cumplimiento e incluso la superación de las metas fiscales. El ministro de Economía, Luis Caputo, presentará ante el FMI los datos de los primeros cinco meses del año, en los cuales Argentina registró un superávit primario del 0,8% del PIB, superando el objetivo pactado para junio.

La consolidación fiscal, según comunicó recientemente Julie Kozack, vocera del Fondo, constituye el ancla principal del programa. En sus declaraciones, enfatizó que el regreso exitoso a los mercados de capitales, combinado con medidas para movilizar financiamiento adicional, contribuirá al fortalecimiento de las reservas y al sostenimiento de la estabilidad macroeconómica general.
Próximos pasos hacia el desembolso
El acuerdo entre Argentina y el FMI, de cuatro años de duración, prevé desembolsos escalonados condicionados al cumplimiento de metas trimestrales. En abril, el país recibió un primer tramo de 12.000 millones de dólares, mientras que los 2.000 millones restantes programados para junio están sujetos al resultado de la revisión técnica en curso.

Solo tras ese paso se procederá a liberar los fondos comprometidos para este segundo tramo. La evaluación de esta misión será clave no solo para la continuidad del financiamiento, sino también como señal de confianza para los mercados frente al cumplimiento del programa económico en marcha.
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