El portaaviones británico HMS Prince of Wales, junto a su grupo de ataque, arribó a Singapur con el objetivo de formar parte de la Operación Highmast. Este nuevo despliegue tiene como finalidad principal reforzar la presencia diplomática y de defensa del Reino Unido en el Indo-Pacífico, una región cada vez más tensionada por las aspiraciones de China y la disuasión de Estados Unidos.

El Ministerio de Defensa británico celebró el hito con un mensaje de amistad en redes sociales, exclamando: “¡Selamat datang, Singapur! El Carrier Strike Group del Reino Unido, liderado por el HMS Prince of Wales, ha llegado para fortalecer los lazos regionales a través del entrenamiento y el compromiso conjuntos, mostrando el compromiso británico con la paz y la seguridad en el Indo-Pacífico“.
Sobre la escala del Prince of Wales
El portaaviones británico atracó recientemente en la terminal de cruceros Marina Bay Cruise Centre (MBCC), siendo la primera escala oficial del buque en la región. Se espera una concurrencia de 600 personas durante su estadía allí, quienes consiguieron entradas gratuitas a principios de año para acceder al portaaviones y participar de actividades.

Se trata de uno de los mayores buques de guerra del mundo, por lo que recibirá a la población interesada en recorrer las instalaciones a lo largo de su estadía en Singapur. Se estima también la realización de una jornada dedicada a la industria de defensa y seguridad, en la que unas 30 empresas británicas celebrarán una exposición en el hangar del portaaviones, así como un simposio sobre ciencia y tecnología en el que expertos de ambos países debatirán sobre los avances tecnológicos.
La Operación Highmast
La mencionada escala en Singapur forma parte del despliegue de ocho meses del Carrier Strike Group 25 (CSG25) (grupo de ataque) del Reino Unido,donde el Prince of Wales y su grupo operará junto a aliados de la OTAN y socios clave del Indo-Pacífico, como Japón y Australia. La Operación Highmast sigue una ruta a través del Mediterráneo, Medio Oriente y el Océano Índico, que culmina con una serie de ejercicios y enfrentamientos diseñados para profundizar en las asociaciones de seguridad.

Si bien permite demostrar el poderío naval británico, el Reino Unido ha dejado en claro que el despliegue “es algo más que visibilidad”, ya que “representa la plena integración por parte del Reino Unido de la quinta generación de potencia aérea de combate en el mar”. Por ejemplo, con la operatividad a escala con el caza furtivo F-35B Lightning II.
En paralelo, la Operación Highmast también marca el primer despliegue operativo del 809 Naval Air Squadron. A este escuadrón se une el 617 “The Dambusters”, que forma la columna vertebral del ala aérea de quinta generación del Reino Unido basada en portaaviones. Juntos pretenden “validar toda la capacidad operativa” del Carrier Strike Group.
¿Una región desconocida?
El ingreso a las aguas del Indo-Pacífico del HMS Prince of Wales busca consolidar la influencia del Reino Unido en una región clave para la seguridad global. Cabe recordar que marcó su paso por el Canal de Suez y transitó el Mar Rojo sin incidentes.

En Highmast liderará la fuerza de tareas compuesta por unidades británicas, canadienses, noruegas y españolas junto a su grupo de ataque, en un despliegue estimado de ocho meses. A grandes rasgos, el Reino Unido busca reforzar su compromiso con la estabilidad en el Indo-Pacífico, una zona estratégica en el actual equilibrio de poder mundial.
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