- La empresa británica Rockhopper Exploration anunció el cierre del financiamiento para Sea Lion, en la Cuencia Norte de Malvinas.
- El yacimiento es operado en conjunto con la israelí Navitas Petroleum.
- Argentina ha protestado por el accionar unilateral e ilegítimo en el territorio en disputa.
Rockhopper Exploration confirmó que alcanzó el cierre del financiamiento total del proyecto Sea Lion, el yacimiento petrolífero offshore ubicado en la Cuenca Norte de las Islas Malvinas, bajo operación de la israelí Navitas Petroleum. El comunicado llega pocos días después de la Decisión Final de Inversión (FID) anunciada el 10 de diciembre de 2025, y marca el paso formal a la fase de desarrollo del campo que la compañía define como “el día más importante” desde el descubrimiento original de Sea Lion.

Según el comunicado, todos los contratos clave de la Fase 1 ya fueron negociados y firmados por Navitas. El presupuesto total desde FID hasta la primera producción se mantiene en 2.100 millones de dólares. Con los fondos de la colocación ya estructurada, Rockhopper afirma estar totalmente financiada para su porción en esta primera fase del desarrollo.
Sam Moody, director ejecutivo de Rockhopper Exploration, declaró estar “emocionado” de haber alcanzado el cierre financiero del proyecto, y que esperaba “con interés” entrar en la fase de desarrollo del yacimiento con Navitas. “También me complace enormemente que, como resultado del cierre financiero, podamos completar la colocación y lanzar la oferta pública, en la que los accionistas que cumplan los requisitos podrán adquirir acciones ordinarias al precio de colocación. Este es un momento muy emocionante para Rockhopper“, subrayó.
Pese al rechazo de Argentina, el proyecto Sea Lion avanza
En principio, el avance del proyecto Sea Lion consolida la apuesta de Rockhopper y Navitas sobre hidrocarburos en la Cuenca Norte de Malvinas, territorio que mantiene una disputa de soberanía entre el Reino Unido y la Argentina y que, ignorando las disposiciones internacionales ya especificadas sobre el tema, prohíben a la corona británica a realizar acciones unilaterales en tales espacios.

Con la Decisión Final de Inversión (FID) adoptada por las compañías Rockhopper Exploration y Navitas Petroleum, se reactivó con fuerza la reacción diplomática de la Argentina y volvió a poner en primer plano el impacto estratégico que podría tener una producción petrolera offshore sostenida durante décadas en un área marítima bajo disputa de soberanía. Desde Buenos Aires, el anuncio fue calificado como unilateral e ilegítimo, mientras que desde Londres y las islas se lo presenta como el paso definitivo para convertir a Malvinas en un nuevo polo energético del Atlántico Sur.
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