Una flotilla de 30 barcos zarpó desde Barcelona rumbo a La Franja de Gaza el pasado 31 de agosto con el objetivo de romper el bloqueo y llevar suministros a la población palestina. En la expedición Global Sumud viajan más de 300 ciudadanos de 44 países, entre ellos Greta Thunberg y Ada Colau, además de artistas, intelectuales y otros políticos. Según organizadores, se trata de la mayor misión marítima hacia Gaza de la historia.
Este hecho sucede en el marco de la decisión de Israel de declarar a Ciudad de Gaza “zona de combate”, poniendo fin a las pausas humanitarias, con el objetivo de tomar el control de esa ciudad, en una región erosionada por la guerra y la hambruna.
“Israel es muy claro sobre su intento genocida”, exclamó la activista Thunberg en rueda de prensa desde Barcelona justo antes de partir hacia La Franja.
La expedición a Gaza busca hacer entrega de alimentos, agua, medicamentos; suministros de urgente necesidad para adultos y niños palestinos, quienes actualmente se encuentran en situaciones de hambruna profunda, tal y como advirtieron diversos especialistas en alimentación a principios del pasado mes de agosto. Según el Ministerio de Salud de Gaza, la guerra de Israel-Palestina, que ya lleva casi 23 meses de duración, ha llevado a la muerte a más de 63.000 personas. De ellas, al menos 332 palestinos han muerto por desnutrición, incluidos 124 niños.

“Esto no trata solo de nuestra misión, sino de Palestina, de cómo se les arrebatan derechos básicos y se les silencia”, declaró la activista sueca previo a la zarpada de la flotilla.
Respuesta Israelí a activistas que abordan la Global Sumud Flotilla
La expedición humanitaria trajo consigo algunas declaraciones por parte del gobierno de Israel, en advertencia al intento activista de romper el bloqueo marítimo a La Franja, sosteniendo que el mismo es llevado adelante como medida necesaria para impedir el contrabando de armas hacia Hamás.
El ministro de Seguridad Nacional israelí, Itamar Ben-Gvir, presentó un plan que prevé el encarcelamiento de los navegantes en prisiones de máxima seguridad, declarando que Israel tratará como “terroristas” a los activistas a bordo de la flotilla internacional rumbo a Gaza.
Según el plan israelí, los tripulantes del conjunto de embarcaciones serán detenidos en las cárceles israelíes de Ketziot y Damon, utilizadas para recluir a terroristas en condiciones rigurosas, típicamente reservadas para presos de alta seguridad.

Tormentas y regreso a Barcelona
Los fuertes vientos en el Mediterráneo provocaron el regreso de la flotilla, compuesta por una agrupación de 20 embarcaciones iniciales, a las costas españolas el pasado lunes 1 de septiembre, a tan solo un día de haber zarpado desde Barcelona hacia Gaza con el fin de hacer llegar grandes cantidades de suministros humanitarios.
“Decidimos retrasar la partida para evitar riesgos, especialmente para los barcos más pequeños”, señalaron organizadores en un comunicado.
Aun así, la misión respaldada y apoyada por miles de personas a través de redes sociales, continúa su viaje camino a La Franja. Además, se espera que en la última etapa del viaje participen alrededor de 70 barcos.
¿Qué sucedió con la flotilla anterior de Greta Thunberg?
Durante el pasado mes de junio, la embarcación Madleen zarpó desde las costas sicilianas rumbo a Gaza en un intento de ingresar a las costas gazatíes y brindar ayuda humanitaria. La flotilla, con 12 personas a bordo, entre ellas la activista Thunberg, fue interceptada por fuerzas militares israelíes y trasladada a Israel.
En un comunicado en redes sociales, los activistas de la expedición denunciaron que las fuerzas israelíes embistieron y abordaron el barco. Una hora antes, habían reportado la presencia de drones sobrevolando la zona.
Las personas a bordo de la embarcación fueron trasladadas al puerto de Ashdod, desde donde posteriormente viajaron de regreso a sus respectivos países de origen.
Más allá de estos antecedentes, la Global Sumud Flotilla se dirige a las costas de Gaza, en un intento de “entregar ayuda humanitaria, romper el sitio ilegal de Israel sobre Gaza y abrir un corredor humanitario gestionado por la sociedad civil” en la región devastada por la guerra.
“Lo que estamos haciendo ahora, es escuchar y actuar en respuesta a los llamados de los palestinos, (…) y enviar una señal muy clara de que nuestros gobiernos y su complicidad en el genocidio no nos representan”, declaró Greta Thunberg momentos antes de zarpar rumbo a Gaza.
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