Según una investigación publicada el 28 de julio por el medio independiente ruso IStories, altos mandos militares rusos estarían catalogando a soldados desaparecidos en combate como desertores, con el objetivo de disimular la magnitud real de las pérdidas sufridas por Rusia en la guerra contra Ucrania. Esta práctica no solo distorsiona el conteo oficial de bajas, sino que también impide que las familias de los caídos accedan a las compensaciones económicas previstas por ley.

De acuerdo con IStories, muchas de las designaciones como “deserción” se fundamentan en informes falsificados que alegan que los soldados desaparecieron durante operaciones militares sin justificación aparente.
En algunos casos, la tergiversación persiste incluso después de que el soldado ha sido enterrado. La investigación revela al menos un caso en el cual un combatiente fue declarado oficialmente desertor tras haber muerto y haber recibido sepultura, evidenciando un sistema deliberado de ocultamiento.
Más de 26.000 procesos judiciales buscan cambiar el estatus de soldados desaparecidos
Durante los primeros seis meses de 2025, los tribunales militares rusos tramitaron más de 26.000 causas relacionadas con la declaración oficial de soldados como desaparecidos o fallecidos, superando el total de casos registrados durante todo 2024, según el medio Mediazona. Este aumento reflejaría el colapso del sistema de registros formales ante la acumulación de bajas en el frente.

En paralelo, unas 50.500 personas fueron oficialmente registradas como desertores durante 2024, conforme a un informe de IStories basado en datos del grupo de inteligencia abierta Frontelligence Insight.
El número de muertos supera los registros oficiales
A pesar de los esfuerzos del Kremlin por mantener ocultos los costos humanos del conflicto, investigaciones conjuntas de Mediazona y el servicio ruso de la BBC identificaron hasta la fecha a casi 120.000 soldados rusos muertos en Ucrania. Sin embargo, los medios aclaran que el número real podría ser considerablemente mayor.
En consonancia, el Estado Mayor de Ucrania reportó el 28 de julio que las pérdidas totales del ejército ruso, incluyendo muertos, heridos y desaparecidos, ascienden a 1.050.250 efectivos desde el inicio de la invasión a gran escala.

Silencio oficial y prácticas opacas agravan la crisis de legitimidad
Tanto Rusia como Ucrania evitan difundir información oficial periódica sobre sus bajas, lo que da lugar a fuertes discrepancias entre las cifras que circulan en medios oficiales, independientes y fuentes internacionales.
En el caso ruso, la clasificación de soldados como desertores sin pruebas concretas no solo encubre las pérdidas reales, sino que también profundiza la desconfianza entre las fuerzas armadas, las familias afectadas y la sociedad civil.
La investigación de IStories plantea así una denuncia que trasciende la manipulación estadística: pone en evidencia una política institucional que sacrifica la verdad y la reparación en pos de preservar una narrativa oficial de control, fortaleza y negación de los costos humanos de la guerra.
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