EE.UU. continúa apostando en su presencia en el continente antártico con la mejora de su base McMurdo. Según trascendió, el próximo objetivo de Washington es apuntalar la infraestructura de la estación, especialmente su muelle de hielo, reemplazando este último por un sistema permanente de barcaza de acero. De esta manera, EE.UU. garantizaría la permanencia de operaciones científicas en el área, proporcionando apoyo sostenido a la misión desplegada en el Polo Sur.
¿Que función cumple la base McMurdo en la estrategia antártica de EE.UU.?
La base McMurdo constituye el eje central de la estrategia antártica de Estados Unidos. Establecida el 18 de diciembre de 1955 e inaugurada en 1956 como parte de la Operación Deep Freeze, esta estación representa el mayor centro de investigación científica en la Antártida y funciona como el principal nodo logístico del Programa Antártico de EE.UU. Su relevancia estratégica se refleja tanto en su infraestructura como en su capacidad de albergar y sostener operaciones científicas y logísticas en condiciones extremas.

Ubicada en una zona clave del continente, McMurdo cuenta con aproximadamente 146 edificios que incluyen instalaciones de reparación, dormitorios, oficinas, estación de bomberos, planta eléctrica, planta de agua, centros de comunicaciones por satélite y diversas áreas recreativas como biblioteca, cafetería, negocios y gimnasios. Entre sus instalaciones más destacadas se encuentra el Centro de Ciencias e Ingeniería A.P. Crary, que cuenta con laboratorios y un acuario de agua salada, brindando soporte fundamental para la investigación multidisciplinaria.
El rol de la base McMurdo en la investigación científica en la Antártida
Desde el punto de vista operativo, la base dispone de un puerto, dos aeródromos y helipuertos, todos conectados mediante líneas de servicios públicos sobre el suelo para la distribución de agua, electricidad, telefonía y alcantarillado. Esta infraestructura robusta permite sostener una población de hasta 1.100 personas durante la temporada de verano y cerca de 200 en invierno, con un tránsito anual aproximado de 2.300 personas y un volumen logístico que incluye la provisión de casi 148.000 comidas al año.

La ubicación de esta estación le otorga acceso privilegiado a zonas clave para la investigación, como los valles secos de McMurdo, el monte Erebus, el cabo Crozier y el cabo Royds. Desde dichas áreas, se desarrollan estudios en aeronomía, astrofísica, biología, ecosistemas, geología, geofísica, glaciología, geomorfología, y sistemas oceánicos y climáticos. De igual manera, se llevan a cabo investigaciones sobre núcleos de hielo, esenciales para comprender la evolución climática del planeta.
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