La Fuerza de Defensa de Israel (FDI) lanzó este jueves una de sus mayores operaciones aéreas recientes contra objetivos en el sur del Líbano, intensificando así su estrategia militar contra Hezbolá en un contexto de creciente tensión regional. Según informaron fuentes de seguridad libanesas y confirmó Reuters, al menos 14 bombardeos fueron ejecutados en la región de Nabatieh, provocando columnas de humo visibles a varios kilómetros de distancia.
Los ataques, que tuvieron lugar a unos 12 kilómetros de la frontera con Israel, marcaron un punto de inflexión en la dinámica posterior al alto el fuego mediado por Estados Unidos en noviembre de 2024. Ese acuerdo había establecido la retirada de tropas israelíes de cinco posiciones en el sur libanés y prohibía la presencia de grupos armados al sur del río Litani. Sin embargo, ambas partes se han acusado mutuamente de incumplimientos. Las FDI aseguran haber atacado “infraestructura operativa de Hezbolá”, mientras que la organización chiita —respaldada por Irán— no emitió comentarios oficiales al cierre de esta edición.
Desde el inicio de la guerra en Gaza en octubre de 2023, Hezbolá se ha alineado públicamente con Hamás, lo que reavivó el frente norte de Israel. Aunque la organización libanesa había anunciado el retiro de sus combatientes del sur, la continuidad de ataques desde territorio libanés, atribuidos a células palestinas, pero interpretados por Israel como una violación indirecta de la tregua, ha sido utilizada como argumento para justificar las nuevas incursiones aéreas.

Israel ejecuta nuevos bombardeos en Gaza con alto número de víctimas civiles
En paralelo a los ataques en el Líbano, las Fuerzas de Defensa de Israel intensificaron sus operaciones en la Franja de Gaza. Según datos de la Media Luna Roja y autoridades locales, al menos 92 personas murieron en las últimas 24 horas. El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, declaró que el objetivo de la nueva fase militar es “neutralizar completamente las capacidades operativas de Hamás”, ante una posible reconfiguración de su liderazgo tras casi dos años de conflicto continuo.
El aumento de la intensidad operativa en Gaza ocurre mientras el gabinete de seguridad israelí autoriza nuevas fases de movilización militar, y con escaso avance en los canales diplomáticos de mediación impulsados por Egipto y Qatar. Israel mantiene su postura de no aceptar un alto el fuego sin la entrega de rehenes.

Ataques israelíes en Siria incluyen blancos en la capital Damasco
Otro frente activo es Siria. El pasado 2 de mayo, aviones de combate israelíes realizaron ataques de precisión sobre objetivos en las inmediaciones del palacio presidencial en Damasco, lo que motivó una fuerte condena por parte del gobierno sirio. Según medios oficiales, el bombardeo causó daños materiales y habría tenido como blanco posiciones utilizadas por milicias proiraníes.
Las autoridades israelíes señalaron que los operativos fueron una respuesta a movimientos del nuevo liderazgo sirio que podrían favorecer el despliegue de capacidades ofensivas en la frontera sur, en especial contra comunidades drusas de la región. Aunque Israel no suele confirmar públicamente los ataques en suelo sirio, estos bombardeos se suman a una larga serie de operaciones encubiertas que buscan limitar la influencia iraní en Siria.
Evaluación de la estrategia israelí en múltiples frentes de conflicto
El patrón operativo actual sugiere que Israel mantiene una estrategia de presión simultánea sobre Hezbolá, Hamás y las fuerzas aliadas de Irán en Siria, con el objetivo de disuadir cualquier acción coordinada contra su territorio. El uso de tecnología de precisión y plataformas furtivas como los F-35 indica una preferencia por la superioridad aérea frente a la opción de incursiones terrestres, aunque no se descarta un despliegue ampliado si se agrava la situación.

Desde el inicio de 2025, Israel ha intensificado la cooperación con Estados Unidos en materia de inteligencia satelital y defensa antimisiles, y se prevé una renovación de su capacidad naval en el Mediterráneo oriental para reforzar la cobertura regional. Esta lógica de contención preventiva, sin embargo, está siendo cada vez más cuestionada por organismos internacionales ante el creciente número de víctimas civiles.
Hezbolá insiste en que no tiene armamento activo al sur del río Litani
El secretario general adjunto de Hezbolá, Naim Qassem, declaró recientemente que su organización cumple con los términos del acuerdo de cese al fuego y que “no existen posiciones activas ni armamento en el sur del Litani”. Esta afirmación contrasta con informes del servicio de inteligencia israelí que aseguran la existencia de depósitos de misiles de mediano alcance y redes logísticas clandestinas.

A su vez, Hezbolá ha evitado adjudicarse los ataques recientes con cohetes lanzados desde el Líbano hacia Israel, atribuidos por el gobierno libanés a milicias palestinas. No obstante, Israel considera que la responsabilidad última recae en Hezbolá por su control territorial y operativo sobre la región, lo que refuerza su narrativa de justificación para las acciones aéreas. Tras estos episodios, también se han registrado ataques en los suburbios del sur de Beirut, bastión histórico de la organización chiita.
Te puede interesar: Israel ataca el aeropuerto de Saná en Yemen tras los recientes ataques hutíes














