El ministro de finanzas israelí, Bezalel Smotrich, declaró públicamente que la única manera de que Israel alcance la victoria en Gaza implicará que esta última sea “enteramente destruida”. Asimismo, el funcionario advirtió que los civiles serán enviados al sur, para luego “desplazarse en grandes cantidades a terceros países”. Smotrich ha hecho gala de la postura más dura del gobierno israelí, quienes descartan cualquier vía de conciliación para el cese de hostilidades y preservación de vidas.
El plan de Israel para Gaza
El 5 de mayo, Israel aprobó su nueva campaña militar, que tendrá el fin de ocupar, para posteriormente retener, los territorios de la Franja de Gaza. La intensificación de los combates, sumada al estancamiento en las negociaciones, muestra un cambio significativo en la estrategia del gobierno israelí. De esta manera, la ocupación por tiempo indefinido del territorio derivaría en el escenario planteado por el ministro Smotrich, el desplazamiento y autoexilio de los residentes de Gaza.

En términos del propio Smotrich, el recientemente aprobado plan se sustenta en la eliminación del terrorismo y de Hamás de este territorio. Las circunstancias descritas eliminarían la posibilidad de un alto al fuego acordado con Hamás, dado que uno de los requerimientos esenciales de este grupo para el cese de hostilidades, es la retirada total de tropas israelíes de la Franja de Gaza. En el caso de que, pese a la incompatibilidad de aspiraciones, se materializara un alto al fuego, Smotrich aclaró que la presencia militar israelí en Gaza permanecería de todos modos.
Bloqueo de ayuda humanitaria asfixia a los palestinos
Desde hace casi dos meses, Israel mantiene un bloqueo absoluto sobre Gaza, impidiendo por completo el ingreso de ayuda humanitaria y bienes comerciales. Se trata del bloqueo más prolongado de este tipo impuesto por Israel hasta la fecha. Las autoridades israelíes respaldan la medida como un intento de presionar a Hamás para que libere a los rehenes. No obstante, organismos internacionales sostienen que esta estrategia transgrede el derecho internacional, y algunos acusan a Israel de recurrir al hambre como método de combate, es decir, un crimen de guerra.

Hamás desestimó el 6 de mayo las negociaciones de alto el fuego con Israel, calificándolas de inútiles y acusando al gobierno israelí de librar una “guerra del hambre” contra Gaza, en un contexto donde el riesgo de hambruna se agrava y se prepara una ofensiva militar más amplia sobre el devastado territorio palestino. Las declaraciones provienen de un alto funcionario de Hamás, y se dieron luego de que Israel aprobara el mencionado plan militar.
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