Según investigaciones llevadas adelante por autoridades de Moscú, existe evidencia del tráfico de equipo militar ruso hacia China. Esta práctica, llevada adelante en los últimos años, ya ha derivado en múltiples arrestos. Entre los materiales se encuentran chalecos antibalas, vainas de munición, placas torácicas y mochilas de combate. De acuerdo a representantes de la industria, estos equipos habrían sido contrabandeados con el objetivo de que fabricantes chinos puedan producir versiones falsificadas del equipamiento original.

Rusia prohíbe la exportación de equipo militar desde 2022

Tras el estallido de la guerra en Ucrania, Rusia prohibió la exportación de equipamiento militar, incluidos los chalecos antibalas, el 19 de julio de 2022, en virtud del Decreto N.º 1299, que aprueba la lista de bienes y tecnologías de doble uso que pueden emplearse en la fabricación de armas y equipamiento militar, y que están sujetos a control de exportación. No obstante, el panorama legal respecto a la compra y venta de este tipo de equipamiento dentro del país no es del todo claro.

Obuses entregados por el grupo mercenario Wagner a las fuerzas armadas regulares de Rusia, según informó el Ministerio de Defensa ruso, en una ubicación no revelada. Imagen tomada de un video difundido el 12 de julio de 2023. Créditos: Ministerio de Defensa ruso/Reuters

Si bien es legal que las fuerzas armadas, incluidas las rusas, vendan equipamiento en desuso que puede terminar en el mercado civil, la legalidad de comercializar equipos modernos que aún están en uso resulta mucho más ambigua. En la mayoría de las fuerzas armadas, el equipamiento entregado al personal se considera, por norma general, propiedad del Estado, por lo que su venta suele estar prohibida. Como consecuencia, el equipamiento moderno rara vez llega al mercado civil.

El aumento en la demanda, sustentado por el incremento de los conflictos armados en el sistema internacional, genera un escenario perfecto para el aprovechamiento de vacíos legales como reportar el material como perdido en combate o recurrir a fraudes contables, muchas veces facilitados por la corrupción.

¿Qué espera obtener China de estos equipos militares?

Las exportaciones ilegales hacia China estarían motivadas por el interés en copiar y fabricar versiones falsificadas del equipamiento militar ruso. Sin embargo, una explicación más sencilla podría ser el fuerte interés que los entusiastas militares chinos tienen por el armamento ruso, algo que se vio reflejado en los testimonios de dos soldados chinos capturados en Ucrania, quienes mencionaron cómo las narrativas rusas difundidas en su país influyeron en su decisión de sumarse al conflicto.

Más de 12.000 soldados y cientos de tanques, lanzadores de misiles balísticos, vehículos anfibios de asalto, drones, aviones de combate, helicópteros y otros equipos militares participan en un desfile masivo en Pekín, en 2015. Créditos: Stephen Shaver/UPI

Por otra parte, Ruslan Shapiev, director general del fabricante ruso de equipamiento militar RUSARM, sugirió al medio Izvestia que detrás de las exportaciones ilegales podría haber motivos de espionaje industrial o político. “Si actúan con tanta seguridad, es posible que se trate de agentes de ciertos servicios especiales. ¿O estamos ante un caso de espionaje industrial?”, advirtió. Al no conocerse con certeza la identidad o vínculos de los destinatarios chinos de estos envíos, estas afirmaciones no dejan de ser, por ahora, meras especulaciones.

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Redacción
Equipo de redacción de Escenario Mundial. Contacto: info@escenariointernacional.com

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