El presidente estadounidense Donald Trump recibirรก la prรณxima semana tres propuestas para el desarrollo del sistema de defensa antimisiles nacional Golden Dome (Domo de Oro, en espaรฑol), un ambicioso proyecto que podrรญa requerir la creaciรณn de una nueva organizaciรณn dentro del Pentรกgono, segรบn fuentes del Departamento de Defensa.
Actualmente, un equipo de expertos de diversas agencias militares trabaja en la elaboraciรณn de propuestas con diferentes niveles de complejidad, aunque todas coinciden en que la Agencia de Defensa de Misiles (MDA, por sus siglas en inglรฉs) no tendrรญa la capacidad suficiente para gestionarlo por sรญ sola.
Un funcionario de defensa, bajo condiciรณn de anonimato, declarรณ a Escenario Mundial que “probablemente se necesitarรญa crear una nueva organizaciรณn para gestionar” el desarrollo del sistema, ademรกs, otras dos fuentes indicaron que ya se estรก evaluando la estructura de esta oficina, asรญ como posibles candidatos para dirigirla.
En su fase inicial, el programa Golden Dome contempla mejoras en la precisiรณn y eficacia de los interceptores de misiles terrestres, con el objetivo de mostrar avances concretos antes de las elecciones intermedias de 2026, no obstante, las iniciativas mรกs complejas, como el despliegue de una red satelital con capacidades avanzadas de rastreo y destrucciรณn de misiles, tardarรญan al menos cinco a siete aรฑos en completarse.
Empresas interesadas y propuestas tecnolรณgicas
El Pentรกgono ha recibido mรกs de 360 propuestas en respuesta a una solicitud de informaciรณn emitida el mes pasado, estas incluyen avances en sensores, tecnologรญa de cifrado y plataformas satelitales, ademรกs de conceptos que integran mรบltiples tecnologรญas para un sistema de defensa mรกs completo.
Entre las empresas que han expresado interรฉs en el proyecto figuran Lockheed Martin, Booz Allen Hamilton, RTX y Boeing, segรบn fuentes cercanas a las deliberaciones, asimismo, se ha especulado sobre la posible participaciรณn de SpaceX, aunque un exfuncionario del Pentรกgono seรฑalรณ que la compaรฑรญa de Elon Musk podrรญa considerar el proyecto poco atractivo desde una perspectiva comercial.
Chris Bogdan, vicepresidente ejecutivo de Booz Allen, explicรณ que cada satรฉlite, con un peso de entre 40 y 80 kilogramos, actuarรญa como un interceptor capaz de destruir misiles balรญsticos mediante impacto directo, aprovechando la formaciรณn de un campo de plasma alrededor del satรฉlite en movimiento, aumentando la energรญa del impacto.
Un exfuncionario del Pentรกgono seรฑalรณ que, incluso con miles de interceptores en el espacio, la estrategia podrรญa verse limitada por el costo y la escalabilidad del sistema: “Los misiles siempre serรกn mรกs baratos y fรกciles de producir en tierra que los interceptores para destruirlos en el espacio”, afirmรณ.
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