Las Fuerzas de Defensa de Israel reanudaron las operaciones terrestres en el centro de Gaza tras el colapso del frágil alto el fuego acordado en enero con el grupo militante Hamás. Después de intensos bombardeos aéreos que, según datos del Ministerio de Salud controlado por Hamás, ocasionaron la muerte de más de 400 palestinos en un solo día, las fuerzas israelíes avanzaron sobre el corredor de Netzarim, una ruta estratégica que conecta la Franja de Gaza de este a oeste.
El ejército israelí confirmó que tropas de la 252 División lograron tomar aproximadamente la mitad del corredor de Netzarim, alcanzando la carretera Salah al-Din, una ruta clave que atraviesa Gaza de norte a sur. Este movimiento busca ampliar la denominada “zona de seguridad” y ha restringido significativamente el desplazamiento de los residentes palestinos que intentan regresar al norte desde la zona sur. A pesar de este avance, el paso a pie aún es posible en la sección occidental del corredor.

En paralelo, el despliegue de la Brigada Golani en la frontera sur de Gaza refuerza las posiciones israelíes ante la posibilidad de futuras operaciones en esa región. Este reposicionamiento estratégico forma parte de una escalada que, según el ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, es una “última advertencia” antes de intensificar las acciones militares.
En un mensaje dirigido a la población de Gaza, Katz exigió la liberación de los rehenes israelíes retenidos por Hamás y advirtió que las operaciones continuarán con mayor fuerza si no se cumple con esta demanda. “El ataque de la fuerza aérea contra los terroristas de Hamás fue sólo el primer paso. La continuación será mucho más dura, y pagaran el precio”, declaró Katz, quien también anticipó futuras evacuaciones de civiles en ciertas zonas de Gaza.

El gobierno israelí sostiene que la reanudación de las hostilidades responde al rechazo de Hamás a una propuesta de liberación de rehenes presentada por el enviado estadounidense Steve Witkoff. En este contexto, el primer ministro Benjamin Netanyahu afirmó que Israel negociará “sólo bajo fuego”, lo que implica que las operaciones militares no cesarán a menos que se logre la liberación de los rehenes.
Por su parte, Hamás responsabilizó directamente a Estados Unidos por las muertes recientes en la Franja de Gaza. En un comunicado difundido a través de la agencia Shehab, el grupo islámico acusó a la administración estadounidense de ser “directamente responsable de la sangre inocente derramada”. Además, instó a los mediadores internacionales y a los países árabes a intervenir para detener las operaciones israelíes.
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