Esta semana, las fuerzas kurdas firmaron un acuerdo con el nuevo gobierno sirio para que integrarse a las estructuras estatales del gobierno de Damasco. El acuerdo fue firmado por Ahmed al-Sharaa, presidente interino de Siria, y Mazloum Abdi, el comandante de las fuerzas kurdas. Por medio del pacto se incorporarán instituciones civiles y militares bajo el control de los kurdos en el noroeste sirio a la administración central.

El acuerdo entre las fuerzas kurdas y el nuevo gobierno sirio
El pacto se concretó en un contexto desafiante, ya que Ahmed al-Sharaa enfrenta las secuelas de las masacres perpetradas contra miembros de la comunidad alauita en el oeste del país, una oleada de violencia que, según declaró el lunes, ha puesto en riesgo su esfuerzo por reunificar Siria tras catorce años de conflicto.
En diciembre, grupos insurgentes lograron derrocar al expresidente Bashar al-Assad, quien pertenece a la minoría alauita y se exilió en Rusia, su histórico aliado. El documento firmado el lunes estipula que los pasos fronterizos bajo control de las fuerzas kurdas (FDS), junto con un aeropuerto y los yacimientos de petróleo y gas en el este de Siria, pasarán a estar bajo la administración de Damasco.
En su primer pronunciamiento oficial tras la firma, Mazloum Abdi afirmó en una publicación en X que el acuerdo supone una “oportunidad real para construir una nueva Siria”. Además, subrayó que las FDS colaboran con la administración siria en un “período tan crítico” con el objetivo de garantizar una transición que refleje las aspiraciones del pueblo sirio en materia de justicia y estabilidad.
Las fuerzas kurdas se suman a los combates en Siria
La implementación está prevista para finales de año; sin embargo, el acuerdo no detalla de qué manera se integrará la estructura militar de las FDS en el Ministerio de Defensa sirio, lo que ha sido un punto clave de discordia en las negociaciones previas. Asimismo, el pacto compromete a las FDS a combatir los remanentes del régimen de Asad. Las autoridades islamistas en Damasco han acusado a los seguidores de Asad de avivar el conflicto civil en el oeste del país.

La escalada de violencia en esa región ha representado el mayor desafío para Sharaa desde que asumió el poder. Un observatorio de guerra reportó que desde el jueves cientos de civiles han muerto en aldeas alauitas mientras las fuerzas gubernamentales intentaban sofocar, lo que calificaron como una insurrección.
Recientemente, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, condenó los asesinatos perpetrados por las fuerzas del nuevo gobierno sirio. “Las masacres han debilitado a Sharaa. Enfrenta serios problemas tanto internos como en su relación con Estados Unidos. Este acuerdo podría servirle para demostrar que no es hostil a todas las minorías”, expresó Aron Lund, investigador del centro de estudios estadounidense Century International, quien calificó el pacto como ambiguo.
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