El presidente de China, Xi Jinping, enviará a un diplomático de alto nivel a la asunción de Donald Trump el próximo 20 de enero. Este movimiento, que rompe con la práctica tradicional de enviar únicamente al embajador chino en Washington, subraya el interés del gigante asiático por reducir tensiones al inicio del nuevo mandato del presidente estadounidense.

Han Zheng, vicepresidente de China, figura como uno de los posibles funcionarios elegidos para asistir a la asunción de Trump.

De acuerdo con fuentes cercanas a las negociaciones citadas por Financial Times, el enviado chino mantendrá conversaciones con el equipo de Trump, además de participar en las ceremonias oficiales. Entre los posibles representantes figuran Han Zheng, vicepresidente, y Wang Yi, ministro de Relaciones Exteriores.

Sin embargo, algunos asesores de Trump sugirieron que un representante del rango de Cai Qi, miembro del Comité Permanente del Politburó, sería más adecuado debido a su influencia política y cercanía con Xi.“Los chinos necesitan enviar funcionarios del nivel apropiado para iniciar la relación con el pie derecho”, afirmó una fuente familiarizada con las discusiones.

¿Crece la preocupación en China por las posibles medidas de Trump?

Lo cierto es que este gesto de enviar un diplomático de alto nivel a la asunción de Trump podría ser el reflejo de una creciente preocupación por parte del gigante asiático frente a un gabinete estadounidense que incluye figuras como Mike Waltz, nuevo asesor de seguridad nacional, y Marco Rubio, secretario de Estado, ambos reconocidos por sus posturas críticas hacia China.

FOTO ARCHIVO: El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se reúne con el presidente de China, Xi Jinping, al inicio de su reunión bilateral en la cumbre de líderes del G20 en Osaka, Japón, 29 de junio de 2019. REUTERS/Kevin Lamarque/File Photo

La decisión de Xi Jinping también está motivada por consideraciones internas. “Probablemente, Trump sea considerado demasiado impredecible como para que Xi asuma el riesgo interno de asistir en persona”, explicó Dennis Wilder, exasesor principal de la Casa Blanca en China. Con este enfoque, Pekín puede demostrar su disposición a colaborar sin arriesgarse a perder legitimidad doméstica en caso de un resultado desfavorable.

Además del componente simbólico, el enviado chino buscará abordar temas críticos con el nuevo equipo de Trump. El gigante asiático está preparándose para una posible escalada de tensiones comerciales y políticas, especialmente tras los comentarios recientes de Trump culpando a China por la pandemia de Covid-19.

Redacción
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