Con Claudia Sheinbaum como candidata electa a asumir el cargo de la próxima presidencia de México, algunos de los lineamientos de su política exterior ya han empezado a destacarse. En ese sentido, claro está que las posturas con respecto a las relaciones con Estados Unidos y Latinoamérica son algunas de las de las principales premisas que el mundo de la política internacional está esperando con ansias.

Estados Unidos y la cuestión de la política migratoria

Siguiendo algunas declaraciones recientes de la presidente electa, Estados Unidos ha estado entre los primeros movimientos o discusiones en las esfera de la mandataria. En ese sentido, días atrás se reunió con Elizabeth Sherwood-Randall, la asesora del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, la cúal dejó como mensaje la intención de continuar y reforzar las relaciones de amistad, tanto como socios comerciales y de cooperación. Algunos puntos conversados en esta reunión incluyeron cuestiones de comercio, seguridad, entrada de armas de Estados Unidos a México, y con especial atención sobre la migración.

En cuanto a este último punto, Claudia Sheinbaum ha señalado en diversas ocasiones que recrimina las leyes migratorias que refuerzan la criminalización y que violan los derechos humanos de los migrantes, así como también ha declarado que protegerá a los ciudadanos de México que se encuentran del otro lado de la frontera y sostienen la economía de Estados Unidos.

Latinoamérica

Por el lado regional, Sheinbaum ha destacado en sus propuestas electorales el fortalecimiento de los lazos con América Latina y el Caribe. Al respecto, hay quienes creen que se dará continuidad a la diplomacia hacia la región. Ahí se destaca la propuesta de institucionalizar la Gestión Regional de la Movilidad Humana, la cual consiste en la creación de un mecanismo permanente regional que coordine a los países de la región para compartir recursos, conocimientos y estrategias que aborden la migración de forma integral. Pero al mismo tiempo, la candidata se enfrenta a una comunidad y política fragmentada, definida por cambio ideológico.

Por otro lado, analistas suponen que la presidenta electa mantendrá la política de López Obrador sobre la no injerencia en los asuntos de Venezuela, así como el cese de las sanciones impuestas contra la nación.

Mayor presencia de México en el mundo

Por último, con respecto a la posición de México ante el mundo, la presidente electa ha propuesto fortalecer el lugar del país en el escenario internacional. En ese sentido, algunas líneas de trabajo de la presidencia van desde implementar mecanismo inclusivo de participación multisectorial, coordinación interinstitucional, y mejorar la coordinación entre la Cancillería y otras instituciones nacionales. Asimismo, también buscará aumentar la presencia de país en foros internacionales como la ONU, la COP, el G20 y la CELAC.

También ha posicionado su postura con respecto a la situación que se está librando en Israel. Al respecto, Sheibaum sostiene la misma postura que Andrés Manuel López Obrador, su predecesor, condenando la escalada de violencia en la Franja de Gaza. 

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