Una flota de la Armada rusa, incluyendo un submarino nuclear, arribó este miércoles al puerto de La Habana, Cuba, como parte de la cooperación internacional entre ambas naciones. Esta operación naval, que tendrá una duración de cuatro días, despertó la atención de Estados Unidos, que monitorea de cerca sus movimientos.

De acuerdo a lo anunciado tanto por Cuba como Rusia, esta operación naval se corresponde con las históricas relaciones de amistad y se da en el marco de la cooperación internacional que existe entre ambos países. El grupo naval está compuesto por cuatro barcos de guerra de la Flota del Norte de Rusia, entre ellos la fragata Almirante Gorshkov, el buque cisterna de suministros Akademik Pashin, el remolcador de rescate Nikolai Chiker y el submarino nuclear Kazan.

En este sentido, el comandante en jefe de la Armada de Rusia, Alexander Moiseev, explicó que esta flota atravesó la costa este de Florida en su camino hacia Cuba, lo que provocó que fuerzas aéreas y navales estadounidenses los monitorearan debido a la proximidad con su territorio.

¿Una amenaza directa?

Famil Ismailov, jefe del servicio ruso de la BBC, señaló que la presencia de estos barcos en Cuba parece ser más una maniobra de propaganda que una amenaza militar real. Destacó que el submarino Kazan no lleva armas nucleares, lo cual indica que Rusia no busca una escalada armamentística con este despliegue. Además, el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, informó que la flotilla había estado realizando ejercicios navales en el Atlántico antes de su llegada a Cuba.

Desde Washington, un funcionario estadounidense aclaró a BBC que, aunque están monitoreando los movimientos de la flotilla, no la consideran una amenaza directa. “Los despliegues de Rusia son parte de una actividad naval de rutina y no nos preocupan”, dijo a BBC el funcionario Ricardo Herrero, director ejecutivo del Grupo de Estudio Cubano.

Fuente: BBC

Redacción
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