La competencia estratégica entre China y Estados Unidos avanza. En la última semana, el gobierno chino comunicó que limitará el uso de microprocesadores estadounidenses producidos por Intel y AMD. En este caso, será en las computadoras y servidores de las dependencias oficiales del Estado chino. Sin embargo, las restricciones comerciales en el sector tecnológico ya estaban operativas desde antes.

En agosto de 2023, el presidente Biden firmó una Orden Ejecutiva para limitar las inversiones de capital privado y de riesgo en tecnologías chinas de inteligencia artificial (IA), computación cuántica y semiconductores. De esta manera, el gobierno estadounidense limitó las inversiones en territorio chino, un sector que hasta el momento no se había visto afectado de manera considerable por las restricciones comerciales impuestas desde el gobierno de Trump.

Además, el gobierno estadounidense, desde octubre de 2022, limitó las exportaciones de semiconductores y microprocesadores a China. Esta medida se enmarca en la estrategia para reducir los riesgos de la competencia con China, para no caer en un desacople entre ambas economías que afecte gravemente la economía internacional.

Posteriormente, en octubre de 2023 se llenan algunos vacíos legales para hacer la medida extensiva a más sectores de la actividad. Los avances producidos principalmente en el área de inteligencia artificial generaron que la Casa Blanca tome mayores precauciones respecto al avance de su competidor en la IA generativa. Aun así, en Silicon Valley analizan con mayor prudencia la situación. Las mejores instituciones de investigación y especialistas en inteligencia artificial están situados en EE UU. Esto da una ventaja importante en innovación tecnológica respecto a China, que sirve como activo para liderar uno de los factores estructurales de poder en la política internacional contemporánea.

La Orden Ejecutiva estadounidense afectó el funcionamiento de Nvidia, una de las principales empresas norteamericanas en insumos para la IA. Si bien está logrando grandes avances respecto al desarrollo de microprocesadores con inteligencia artificial, Nvidia adaptó su producción para el mercado chino y eludir la restricción gubernamental de los EE UU. La preocupación del gobierno estadounidense es que los semiconductores y los microprocesadores permitan a China la mejora de su infraestructura en investigación y desarrollo de la inteligencia artificial. 

La medida de China contra AMD, Intel y los sistemas operativos Windows será aplicada en las computadoras, PC portátiles y servidores gubernamentales chinos. La misma fue impulsada por el Ministerio de Finanzas y el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información (MIIT en inglés), en diciembre del año pasado. El MIIT cuenta con un listado de proveedores, todos chinos, que son confiables para el uso de PCs y servidores en el gobierno elaborado por el Centro de Evaluación de Seguridad de Tecnología de la Información. Entre ellos se encuentran los procesadores fabricados por Huawei y Phytium, vetados por el gobierno estadounidense para su mercado.

Estas directivas afectan principalmente a los sectores de punta en hardware. Pero en servicios también se aplicaron restricciones en ambos países. China limita con el Gran Cortafuegos gran cantidad de sitios web, mientras que el Congreso estadounidense avanza para presionar la venta de TikTok a capitales norteamericanos. Aquí el principal motivo es la ciberseguridad, para proteger los datos privados de los ciudadanos y funcionarios estadounidenses y chinos, respectivamente.Si durante la Guerra Fría se hablaba del Muro de Berlín, en el presente estamos observando la creación progresiva de un Muro Tecnológico en el Pacífico que separa a China y Estados Unidos. Como bien mencionamos, no afecta solamente a los bienes, sino también a los servicios y las redes sociales. Aunque el objetivo de ambos gobiernos sea reducir los riesgos de la competencia estratégica, en los hechos se están produciendo de manera incremental restricciones comerciales. Y el resultado final es limitar las previsiones en los negocios de las principales empresas tecnológicas en ambos países.

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Joaquín Bernardis
Licenciado en Relaciones Internacionales (UCSF). Investigador en el Observatorio de Política Internacional (UCSF). Consultor en internacionalización. Docente universitario en marketing internacional (UCU). Especializado en desarrollo de negocios con mercados asiáticos (UNRaf).

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