China plantea la posibilidad de establecer una segunda base militar en África, según las especulaciones desencadenadas por la reciente visita del ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi, a países costeros africanos, incluyendo Egipto, Túnez, Togo y Costa de Marfil. Aunque estos países no figuraban previamente en discusiones sobre posibles ubicaciones, la incertidumbre persiste sobre los verdaderos motivos y estrategias a largo plazo de China en la región.
Expansión China en Yibuti y consideraciones actuales
China ya opera una base militar en Yibuti, en el Cuerno de África, desde 2017, con objetivos declarados como combatir la piratería y garantizar la libertad de navegación. Yibuti, estratégicamente ubicada, ha demostrado su importancia en la protección de corredores comerciales y la seguridad marítima, especialmente frente a eventos recientes como ataques de piratas y actos de militantes en el Mar Rojo y Somalia.
Yibuti alberga no solo una base china, sino también bases de Japón y Arabia Saudita, resaltando su singularidad y limitando la interpretación de sus implicaciones en la estrategia militar china en África. La presencia militar extranjera en diversas regiones de África enfrenta desafíos políticos y diplomáticos, como se evidencia en Níger y Kenia, donde las bases estadounidenses y británicas, respectivamente, se han visto afectadas por crisis políticas y tensiones locales.
Perspectiva africana y ambivalencia hacia bases extranjeras
Históricamente, las bases militares han sido una fuente de capital político para gobiernos africanos, aunque la población y las instituciones a menudo desconfían de estas, temiendo una amenaza a la soberanía nacional. La opinión en África sobre la presencia de más bases extranjeras se vuelve cada vez más ambivalente, con un llamado de la Unión Africana a la precaución en la aceptación de tales acuerdos.