El expresidente Donald Trump aseguró una victoria decisiva en las primarias de New Hampshire el martes. Consolidando su liderazgo en la carrera por la nominación republicana, la posibilidad de una revancha con el actual presidente Joe Bien en las elecciones de noviembre parece inevitable.
El resultado marcó un revés para Nikki Haley, quien a pesar de una inversión significativa en tiempo y recursos en un Estado conocido por su independencia política, quedó en segundo lugar. En este contexto, Haley se presentaba como la única alternativa a Trump después de que el Gobernador de Florida, Ron DeSantis, abandonara su candidatura.
Los aliados de Trump presionaron a Haley para que abandonara la carrera antes del cierre de las urnas, pero esta afirmó que continuaría su campaña después de los resultados. En su discurso posterior, intensificó sus críticas a Trump, cuestionando su agudeza mental y presentándose como una candidata unificadora para un cambio generacional.
Al ganar en Iowa y ahora en New Hampshire, Donald Trump se convierte en el primer candidato republicano en ganar en ambos Estados desde que lideran el calendario electoral en 1976.
Mientras que el camino de Haley para convertirse en la abanderada republicana se estrecha cada vez más, ya que no participará en las primarias del 8 de febrero en Nevada, consideradas favorables al magnate. Aunque espera un buen desempeño en Carolina del Sur el 24 de febrero, enfrenta un terreno desafiante en un Estado donde Trump es muy popular.
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Fuente: AP News