Rusia y Corea del Norte refuerzan sus vínculos militares y tecnológicos, en una movida que suscitó la atención global. Las reuniones entre el líder norcoreano, Kim Jong-un, y el presidente ruso, Vladimir Putin, son una prueba de la profundización de esta alianza estratégica.
En este sentido, los temas discutidos abarcaron desde la cooperación militar hasta la asistencia en el programa espacial. Esta alianza suscitó preocupaciones entre naciones occidentales, incluidos Estados Unidos, Japón, Corea del Sur y aliados europeos, que ven en esta asociación una posible amenaza para la seguridad mundial.
El aislamiento internacional de Corea del Norte, agravado por sanciones internacionales, impulsó al país a buscar alianzas más estrechas con Rusia y China. Aunque esta asociación podría proporcionar conocimientos militares y tecnológicos cruciales para Pyongyang, también plantea el riesgo de aumentar la inestabilidad en la ya tensa Península de Corea y en la región del Indo-Pacífico.
El exitoso lanzamiento de un satélite por parte de Corea del Norte en noviembre de 2023, supuestamente con el respaldo de Rusia, se constituyó como un hito en esta creciente cooperación. Y del mismo modo, las acusaciones de que Rusia desplegó misiles balísticos suministrados por Corea del Norte, especialmente en eventos relacionados con la guerra en Ucrania.
A medida que Estados Unidos se acerca a sus elecciones presidenciales en 2024, el futuro de esta relación tripartita queda envuelto en incertidumbre, con posibles impactos significativos en el ámbito diplomático y en la seguridad regional.
The Río Times
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