En un giro sorprendente, se revela que la guerra en Ucrania podría haber llegado a su fin meses después de la invasión rusa, pero factores ocultos y decisiones geopolíticas de Occidente podrían haber impedido una resolución temprana del conflicto. Esta declaración proviene de David Arakhamia, líder parlamentario del partido “Siervo del Pueblo” de Zelensky, quien encabezó la delegación ucraniana en las negociaciones de paz con Moscú.
De acuerdo al testimonio de Arakhamia, el objetivo de Rusia “era presionarnos para que asumimos la neutralidad, es decir, comprometernos a no unirnos a la OTAN, y que estaban dispuestos a poner fin a la guerra si aceptamos la neutralidad”. Sin embargo, las negociaciones fracasaron, y ahora surge la pregunta: ¿Occidente prolongó deliberadamente el conflicto?
Arakhamia expone varias razones detrás del colapso de las negociaciones, que incluyen la necesidad de cambiar la constitución ucraniana y la negativa de líderes occidentales, como Boris Johnson, a respaldar cualquier acuerdo con Moscú.
Asimismo, la falta de confianza en Rusia para cumplir su parte del trato llevó a la necesidad de garantías de seguridad respaldadas por los estados de la OTAN. Sugiriendo, indirectamente, que las negociaciones podrían haber dado frutos si hubieran recibido la aprobación, respaldo y participación de los estados de la OTAN
Una guerra prolongada es una guerra de desgaste. Ganará quien resista hasta el final. Veremos quién tira la toalla primero.