La esperada Cumbre del Mercosur comienza con algunas tensiones centradas principalmente en las presiones de la Unión Europea (UE) para que los países miembros ratifiquen el tratado de libre comercio firmado en 2019. Asimismo se baraja la posibilidad del anuncio de la adhesión de Bolivia al bloque regional.

La UE, representada por el Alto representante para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, y la Presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, tenía previsto desembarcar en Río de Janeiro con la expectativa de cerrar más de dos décadas de negociaciones. Sin embargo, la situación cambió repentinamente cuando representantes de la UE pospusieron su viaje, indicando un posible estancamiento en las conversaciones.

La posición del presidente brasileño apuntó a impulsar las negociaciones en los últimos meses con la intención de cerrarlas antes de 2023. Argentina, sin embargo, manifestó su reticencia a firmar el acuerdo en las condiciones actuales.

La futura ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, solicitó que el presidente Alberto Fernández firme el acuerdo, pero la Cancillería argentina sostiene que no se dan las condiciones debido a los puntos de desacuerdo, los riesgos para la industria nacional y las exportaciones.

La disputa se centra en las exigencias ambientales añadidas por la UE después de la firma del acuerdo en 2019. Argentina busca equilibrar el impacto en las exportaciones locales y solicitó el financiamiento para empresas en transición, un capítulo dedicado al desarrollo de la electromovilidad y la capacidad de emitir certificados de cumplimiento de normas verdes a universidades locales.

La falta de revisión de aspectos clave del acuerdo original, como las normas de origen y los plazos de adaptación para sectores sensibles, fue el factor que intensificó las tensiones. Los sindicatos industriales argentinos expresaron su preocupación, calificando el acuerdo como “muy perjudicial para la industria argentina”.

Es por esto que la presión de la UE, encabezada por el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, se encuentra en un punto crítico. Si Argentina no cede, la UE tendrá que esperar, ya que los tratados en el Mercosur requieren unanimidad de los miembros para su ratificación.

Expectativa por la integración de Bolivia

Por otra parte, el presidente de Bolivia, Luis Arce, arribó a Brasil el lunes para participar en la Cumbre del Mercosur y otras actividades previas al encuentro que se celebrará en Río de Janeiro desde este miércoles. El encuentro también estará atravesado por la expectativa de que se anuncie la integración de Bolivia al bloque regional sudamericano.

La semana pasada, el Senado de Brasil aprobó el protocolo de adhesión de Bolivia como miembro pleno del Mercosur. La adhesión de dicho país al bloque dependía de la ratificación de Brasil, puesto que ya había sido aprobada por los otros tres miembros del Mercosur: Argentina, Paraguay y Uruguay.

Redacción
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