El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha anunciado que el conflicto entre Israel y Hamás ha entrado en su “segunda fase”, a medida que las fuerzas israelíes avanzan hacia Gaza. Durante una rueda de prensa en Tel Aviv, Netanyahu describió la campaña en curso como la “segunda guerra de independencia” de Israel desde 1948 y enfatizó la determinación de su país para destruir las capacidades gubernamentales y militares de Hamás.

“Esta es la segunda fase de la guerra, con objetivos claros: destruir las capacidades de gobierno y militares de Hamás y traer a los rehenes a casa”, declaró Netanyahu. También advirtió que la ofensiva sería “larga y dura” y que Israel destruirá al enemigo tanto en la superficie como bajo tierra.

Los comentarios de Netanyahu se produjeron mientras Gaza experimentaba un apagón de comunicaciones casi total durante la noche debido a un intenso bombardeo israelí, que aparentemente preparaba el terreno para el avance de las tropas hacia el enclave. Las comunicaciones telefónicas y por Internet en Gaza se restablecieron gradualmente.

Las tensiones aumentaron con intensos bombardeos israelíes en el este y norte de Gaza, lo que, según informes, dio luz verde a las tropas terrestres israelíes para avanzar en el territorio. Aunque las autoridades israelíes confirmaron la presencia de tropas y vehículos blindados en el norte de Gaza, evitaron calificarlo como una “invasión” a gran escala.

Esta escalada no representa una invasión total, a pesar de semanas de acumulación de soldados israelíes en la frontera. El gobierno de Estados Unidos, bajo el presidente Joe Biden, ha instado a Israel a retrasar una ofensiva terrestre masiva por temor a las víctimas civiles, la escalada regional y la seguridad de los cautivos en manos de Hamás.

La situación en Gaza plantea preocupaciones humanitarias debido a la escasez de alimentos, agua y medicamentos. Las organizaciones humanitarias temen que la falta de comunicaciones en el enclave permita crímenes de guerra y violaciones de los derechos humanos.

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas tiene previsto reunirse para discutir la crisis. El Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, ha declarado que una “catástrofe humanitaria se está desarrollando ante nuestros ojos”. Hasta ahora, más de 1,4 millones de personas han sido desplazadas debido a los ataques.

Los ataques aéreos israelíes han cobrado la vida de al menos 7.703 palestinos, incluyendo a más de 3.500 niños, mientras que los ataques de Hamás contra Israel han matado a más de 1.400 personas, la mayoría de ellas civiles, según las autoridades de ambos lados.

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Redacción
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