El presidente ruso, Vladimir Putin, encabezó un desfile naval reducido el domingo, lo que sugiere posibles preocupaciones de seguridad debido a ataques continuos de aviones no tripulados de largo alcance y el fallido motín del Grupo Wagner en junio.
Durante las celebraciones del Día de la Armada en San Petersburgo, Putin anunció que las fuerzas navales de Moscú recibirían 30 nuevos barcos este año, a pesar de las presiones económicas y militares derivadas de la invasión a gran escala de Ucrania por parte del Kremlin. Aunque el desfile naval incluyó aproximadamente la misma cantidad de embarcaciones que en años anteriores, se destacó la ausencia de aviones y submarinos nucleares estratégicos.
Se cree que esta omisión podría estar relacionada con el mantenimiento y las preocupaciones de seguridad interna después del intento de motín del Grupo Wagner. Algunos medios sugieren que el partido boicoteó la votación para retrasar la decisión sobre la adhesión de Suecia a la OTAN hasta septiembre.
El desfile del domingo contó con 45 barcos de combate, cañoneras y submarinos de diferentes flotas rusas. Sin embargo, el evento no incluyó submarinos nucleares ni aviación, algo que no ocurría desde 2017.
Dada la situación, es posible que los submarinos de ataque nuclear, balísticos, estén navegando en alerta. Las locuras de algunos pueden llevar a una guerra nuclear y los rusos querrán tener en pie su capacidad de respuesta, represalia. Creo que es la hipótesis más razonable sobre esta ausencia.