La producción de litio ha sido un tema de interés clave para Argentina, un país con abundantes recursos y reservas identificadas de este mineral esencial para la industria de la electromovilidad. Sin embargo, a pesar de su potencial, Argentina ha experimentado una disminución significativa en su participación mundial en los últimos años, estancando su capacidad de producción y perdiendo relevancia en el escenario global.
En 2016, Argentina alcanzó su punto máximo en la producción mundial de litio con el 15% de participación, equivalente a 31,000 toneladas de carbonato de litio, según datos del Ministerio de Economía. En aquel entonces, el país contaba con dos proyectos de producción en el Salar de Hombre Muerto (Catamarca) y Sales de Jujuy (fusión de Orocobre y Galaxy Resources). Sin embargo, desde entonces, su participación ha disminuido año tras año. En 2018, la participación de Argentina fue del 6.73%, y en 2022, con dos proyectos en producción, se redujo aún más al 4.82%, con 33,000 toneladas de carbonato de litio.
Las razones de esta caída se encuentran en otros países productores. Australia, por ejemplo, ha experimentado un crecimiento significativo en su producción de litio, pasando de 74,500 toneladas en 2016 a 324,000 toneladas en 2022. Chile, otro importante productor, también ha aumentado su producción de 72,000 toneladas en 2016 a 207,600 toneladas en 2022. Estos países han logrado mantener una ventaja competitiva y han captado gran parte de la demanda global de litio.
En Argentina, los dos proyectos existentes están en proceso de expansión de sus plantas, lo que brinda la oportunidad de aumentar la producción. Además, las empresas propietarias de estos proyectos han anunciado su fusión, lo que les permitirá posicionarse como el tercer productor de litio a nivel mundial en los próximos cinco años, aprovechando principalmente sus operaciones en Argentina. Además, se espera que otros proyectos en desarrollo, como Cauchari Olaroz, operado por Minera Exar, contribuyan al aumento de la producción de litio en el país.
A pesar de estos esfuerzos y proyecciones positivas, Argentina enfrenta desafíos para convertirse en un protagonista destacado en la producción mundial de litio. La competencia global, el aumento de la producción en otros países y la necesidad de impulsar inversiones y desarrollar una sólida política energética son aspectos clave que el país debe abordar para aprovechar plenamente su potencial y recuperar su posición en este mercado estratégico.
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