En la Cumbre de Seguridad Shangri-La, el Secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, advirtió que una guerra en Taiwán sería “devastadora” y afectaría a la economía mundial “de formas que no podemos imaginar”.
“Aunque no sea inminente ni inevitable, el conflicto es fuerte hoy y nuestro trabajo es mantenerlo así”, dijo Austin en sus declaraciones en la cumbre, a la que asisten representantes de docenas de países, incluida China.
“Todo el mundo tiene un interés en mantener la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán. La seguridad de las rutas comerciales y las cadenas de suministro globales depende de ello. Lo mismo ocurre con la libertad de navegación en todo el mundo”
“No se equivoquen: un conflicto en el Estrecho de Taiwán sería devastador” Advirtió el secretario.
La reacción China
Poco después de que Austin hablara el sábado, el teniente general del Ejército Popular de Liberación de China, Jing Jianfeng, dijo a la cadena de televisión estatal CCTV que los comentarios del jefe de defensa de Estados Unidos sobre Taiwán eran “completamente equivocados”.
Jing acusó a Washington de tratar de “consolidar la hegemonía y provocar confrontación”, y añadió que las acciones de Estados Unidos estaban dañando la paz y la estabilidad regional.
El sábado por la tarde, un portavoz de la Armada de Estados Unidos dijo que los buques de guerra estadounidenses y canadienses estaban navegando por el Estrecho de Taiwán mientras se desarrollaban las discusiones en Singapur.
“Falta de cooperación”
Los comentarios de Austin se produjeron en un momento tenso para las relaciones entre Estados Unidos y China, ya que China rechazó recientemente una oferta de Austin de reunirse en la cumbre en Singapur, citando las sanciones de Estados Unidos a funcionarios y empresas chinas.
Austin abordó la falta de comunicación en su discurso del sábado, diciendo que está “profundamente preocupado” porque la República Popular de China “se ha mostrado reacia a comprometerse de manera más seria en mejores mecanismos para la gestión de crisis”. “Para los líderes responsables, el momento adecuado para hablar es siempre. El momento adecuado para hablar es en todo momento. Y el momento adecuado para hablar es ahora”, dijo Austin. “El diálogo no es una recompensa, es una necesidad”.
Austin señaló que él y el ministro de Defensa chino, Li Shangfu, se saludaron con una sonrisa en una cena el viernes por la noche, pero instó a Pekín a hacer más.
A lo largo de su discurso, Austin enumeró las formas en que Estados Unidos está colaborando con aliados en la región, diciendo que esas asociaciones están acercando la región y haciéndola “más estable y resistente”.
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