Según anunció el pasado viernes la oficina de prensa del Gobierno de Brasil, el ministro de Economía, Fernando Haddad, viajará a China en busca de formas alternativas de ayuda para Argentina, cuya economía continúa atravesando las consecuencias de la inflación en alza y una sequía histórica que agrava la crisis.
En este sentido, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien se comprometió a ayudar a Argentina en medio de su crisis económica, enviará al ministro Haddad a Shanghai para una reunión de miembros del Banco de Desarrollo del BRICS (NDB, anteriormente conocido como Banco de Desarrollo de los BRICS) a fines de mayo. En ella, el representante de la cartera de economía intentará promover conversaciones para obtener nuevos préstamos y financiamiento para el país vecino – y aliado tradicional – por parte del bloque de naciones BRICS, que además de Brasil y China, también incluye a Rusia, India y Sudáfrica.
A esto se suma el quizás favorable hecho de que el llamado banco BRICS está actualmente encabezado por la ex presidenta brasileña Dilma Rousseff, quien asumió como directora ejecutiva este año y celebrará la primera reunión de su mandato del 30 al 31 de mayo. Por su parte, el ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa, viajará a Beijing el próximo 29 de mayo para renovar la línea de intercambio de divisas con China, que el país sudamericano utiliza para financiar algunas importaciones en un contexto de escasez de dólares.
Esta decisión por parte del Ejecutivo de Brasil se enmarca dentro de la intensificación de esfuerzos que viene llevando adelante Lula da Silva desde que su homólogo y aliado argentino, Alberto Fernández, realizó un viaje de emergencia a Brasilia para pedir ayuda a principios de este mes. Al respecto, el mandatario brasileño declaró: “Haré todos los sacrificios para que podamos ayudar a Argentina en estos momentos difíciles”, y también confirmó haber solicitado apoyo adicional al líder chino Xi Jinping durante un viaje a Beijing en abril.
Triste panorama para una Argentina que lleva décadas pensando igual y no funciona…
Loable la actitud de Lula, pidiendo por Argentina ante el FMI. Difícilmente le hagan caso, ya que el capital no tiene corazón, no tiene patria ni compasión. El FMI no fue diseñado para hacer el bien, es un instrumento de sometimiento y control de los países deudores. Lula ha demostrado ser un amigo de Argentina, ya que otros paises no dicen esta boca es mía en favor de nuestro país, aunque su esfuerzo caiga en saco roto.