En un reciente comunicado, la República Argentina condenó la operación militar desplegada por la Fuerza Aérea de Israel en la Franja de Gaza, la cual provocó la muerte de civiles palestinos, incluyendo niños, y numerosos heridos. Inmediatamente, la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) acusó al Gobierno de tener una mirada sesgada de la historia y de “recortar” los antecedentes de la disputa.
El gobierno argentino realizó un urgente llamado a las partes para evitar un mayor nivel de confrontación que empeore la dramática situación humanitaria en esa zona. En el mismo se menciona que “resulta preocupante la escalada de violencia que se evidencia en la región, que durante el presente año ya ha causado la muerte de más de 100 palestinos y 15 israelíes”.
La Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas cuestionó el comunicado de la Cancillería Argentina en relación al conflicto palestino-israelí. Asimismo, sostuvo que el gobierno “padece de un preocupante y grosero error o, peor aún, tiene la intención manifiesta de considerar parte en el conflicto a una organización terrorista, así tipificada por la República Argentina”.
Este miércoles, terroristas lanzaron más de 270 misiles a distintas ciudades de Israel y provocaron al menos cinco civiles heridos. Por lo que queda preguntarse, si el gobierno defiende una de las partes igual de responsables. Hará bien en recordar que Palestina no es inocente. Mucho menos se puede confundir a una organización terrorista que se disfraza con las características de un Estado.
Al respecto, la DAIA remarcó que “la democracia israelí defiende a sus ciudadanos atacando la Yihad Islámica. La Yihad Islámica, apoyada por el Estado terrorista iraní, ataca a todo el pueblo de Israel”.
La Yihad Islámica pretende la eliminación de todo el pueblo judío, por lo que no pueden haber dos posiciones. Resulta irónico que el gobierno mencione su compromiso con la paz en su comunicado, cuando, al mismo tiempo, da lugar a pensar que está apoyando una organización terrorista que busca la destrucción del Estado de Israel y de todos sus ciudadanos.
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Argentina debe de acusar a ambas naciones, puesto que las dos causan inestabilidad y muertes.
Por supuesto que la Intervención Territorial de Israel no ayuda a la Paz.